El presidente del Levante UD, Quico Catalán, aprovechó la presencia de los medios en el Ciutat de València tras el partido contra el Sevilla para anunciar lo que se presumía como un secreto a voces: que se presentará a su reelección y la del Consejo de Administración un año antes de que finalice su segunda legislatura, que termina en diciembre de 2019. "En los próximos meses debemos tomar decisiones importantes para el futuro del club y un presidente y un Consejo debe tener el respaldo de una Junta General de Accionistas", manifestó el máximo dirigente del Levante UD.
"Debatimos en el Consejo y trasladé que todo el trabajo va por los cauces establecidos y que en los próximos meses tenemos que tomar decisiones importantes para el futuro del club y entiendo que un presidente y un Consejo que le pueden quedar de seis a nueve meses, por un ejercicio de responsabilidad, parar tomar esas decisiones debía tener el respaldo de una Junta General de Accionistas. Someterse a un proceso de elecciones y, tras esa reflexión, entendimos que lo mejor era adelantar un año ese proceso".
"Los estatutos de la sociedad contemplan que los mandatos son por cinco años, el fútbol luego dirá. La idea es afrontar un nuevo mandato y afrontarlo con la ilusión, la fuerza y las ganas de poder desarrollar ese proyecto y hacer que el Levante siga creciendo cada día".
"En los próximos meses debemos tomar decisiones importantes para el futuro y un presidente y un Consejo deben tener el respaldo de los accionistas"
"Cuando dije que no quería presentarme a la reelección lo dije de todo corazón, que en el momento en que no estuviera a full no me podría presentar al reto de una reelección. Si el Levante está en 2018 en esta situación no es por Quico Catalán sino por un equipo de trabajo de mucha gente, hay gente en primera línea, en segunda y hasta en quinta y sexta, el trabajo de todos ha sido fundamental. Mi idea es que los culpables de haber llegado aquí tienen que continuar. Yo cuento con los que están y sí que me gustaría incorporar a alguien más, eso por supuesto, pero no es día para presentar nuestras credenciales de cara al futuro".
"El Consejo nunca me creyó, yo lo hago plenamente convencido, si entonces dije lo que decía es porque veía un mundo estar más años, pero hasta diciembre de 2019 quedan 15 meses y en el fútbol eso es un mundo, sinceramente. Son posiblemente los nueve años más bonitos que hemos vivido en este club y ha habido momentos de mucha dificultad y de mucho sufrimiento, en que nunca has pensado en tirar la toalla y la dificultad ha sido máxima en lo personal y en lo profesional. En la balanza ganan la ilusión y las ganas de acabar el proyecto".
"Esto lo saben ocho consejeros, el presidente de la Fundación y poquitas personas más, mi mujer se acaba de enterar aunque he hablado un poco con ella, no mucho. Que lo fuera a hacer público lo sabía muy poca gente porque era una decisión para nosotros importante y queríamos hacerla de esta forma, de la forma lo más normal posible".
"Si todo va bien mi deseo es que antes de estas elecciones quien tenga que vender acciones lo haga. En mayo o junio a la Fundación le presenté un trabajo realizado donde había una hoja de ruta muy definida y la conclusión final de esa hoja de ruta se va a cumplir sí o sí. ¿La forma? Este club de junio a hoy ha cambiado mucho. La hoja posiblemente no se ajusta a la realidad actual de hoy del Levante porque ha habido operaciones este verano que han afectado en positivo a la situación del club pero eso no es un impedimento para conseguir el siguiente objetivo que es que la Fundación, a través de una venta o el club a través de una ampliación de capital, haga que eso se pueda dar. Fue uno de los puntos del Consejo del jueves, la reflexión sobre el club y sobre todo sobre su salud financiera por lo que la operación de Lerma va a suponer. Con todo, no es impedimento para en las próximas semanas dar una solución definitiva a eso".