Ante el Lugo, el Levante arrancó con el ya instaurado 3-5-2 que tan buen rendimiento está ofreciendo en las últimas jornadas para el equipo dirigido por Paco López. Sin embargo, en el momento más complicado del partido, cuando el Levante se mostró más vulnerable y sufría ante las contras gallegas, ese mismo sistema se reajustó para volver al tradicional 4-4-2. El objetivo no fue otro que el de reducir los espacios y proteger la espalda de los carrileros. El Lugo supo aprovechar muy bien los huecos y acercó el peligro de forma constantes sobre la meta levantinista una y otra vez durante la primera mitad.
Así lo manifestó el propio Paco López en la previa del choque. Anunció una situación de partido en la que el dibujo planteado bien pudiese quedar reajustado de una forma u otra, según el momento del partido y las características del rival.
Cuando el Levante se mostró más vulnerable y sufría ante las contras gallegas, ese mismo sistema se reajustó para volver al tradicional 4-4-2
En la rueda de prensa posterior al duelo, Paco López explicó el cambio táctico del equipo, a partir del cual, mejoró ostensiblemente: "Nos ha costado entrar en el partido. Nos ha costado por muchas cosas y hemos cambiado a línea de cuatro y al final hemos tenido ocasiones para poder marcar", matizó.
Con el cambio táctico que transformó la línea de tres centrales en una retaguardia de cuatro futbolistas, Pedro López se colocó como lateral derecho mientras que Luna hizo lo propio en el carril zurdo, retrasando así su posición. Samu García era uno de los tres futbolistas en la medular y para equilibrar las bandas tras el cambio táctico, ocupó la zona de interior izquierdo. Una modificación que salió a las mil maravillas ya que desde esa zona, llegó la jugada del malagueño en la que asistió con gran calidad a Borja Mayoral para que marcase el gol del empate.