El Levante volvió a demostrar en Ipurúa que es un equipo que sabe sufrir y que no se amilana por muy mal que se pongan las cosas en el transcurso del partido. Contra todo pronostico y con todo en contra, el Levante supo rehacerse para marcar dos goles que le permitieron sumar un punto muy importante para las aspiraciones del conjunto granota.
La capacidad de sufrimiento y la fortaleza que demostró el Levante en Ipurúa no es algo aislado. En otros partidos en los que el Levante recibió multitud de ocasiones, el equipo supo rehacerse para sumar, al menos, un punto.
En este sentido, el Levante ha sido el protagonista en los tres partidos de Liga en los que un equipo ha generado más ocasiones. En todos ellos, el conjunto dirigido por Paco López ha sido el bloque que ha sufrido todas esas ocasiones, las cuales acabaron con final feliz.
El Real Madrid en el Bernabéu remató un total de 33 veces sobre el marco de Oier. Finalmente, el Levante acabó imponiéndose en aquel encuentro por 1-2, siendo un triunfo histórico diez años después.
En El Alcoraz, el Huesca protagonizó 32 remates sobre el arco levantinista y el equipo granota, pese a ser un partido muy gris, consiguió encontrar el camino para empatar y llevarse un punto de tierras oscenses.
La última entrega de esta situación se produjo el pasado domingo en Éibar. Los de Mendilibar fueron capaces de rematar en 32 ocasiones sobre la portería levantinista, de las cuales, cuatro de ellas finalizaron en gol.
Sin lugar a dudas, lo más importante es que, a pesar del gran aluvión, llegando incluso a ser un asedio, el equipo no se desmontó y supo aguantar el tipo en el peor momento para poder dar un paso adelante y empatar los duelos ante el Huesca y el Eibar.