Levante y Éibar se batirán el cobre sobre el césped del Ciutat de València el próximo domingo y eso es siempre sinónimo de espectáculo.
Así sucedió en el choque de la primera vuelta. Armeros y granotas dejaron una gran imagen para todo aquel aficionado neutral, no tanto para los aficionados de uno y otro equipo, en un partido de auténtico infarto.
Los levantinistas consiguieron rescatar un punto in extremis gracias al estreno goleador de Borja Mayoral en Liga pero lo realmente espectacular fue la gran cantidad de goles, hasta 8, en un duelo repleto de alternativas y juego ofensivo de alto nivel.
El Eibar acostumbra a ser un equipo que convierte el juego aéreo en algunas de sus mejores armas. Para muestra un botón y el gol de Sergi Enric, a pase de Jose Ángel desde el costado izquierdo para batir a Oier con un gran cabezazo.
Del oportunismo de Morales y de la gran asistencia de Bardhi se fabricó el tanto granota del empate mientras que poco después, Róber Pier estuvo más listo que nadie y se adelantó a toda la zaga eibarresa para convertir en gol el centro de Jason.
Otra vez de cabeza, pero esta vez por mediación de Escalante, el Eibar empató aquel duelo para dar alas a su equipo.
Una pena máxima señalada a Campaña fue convertida por Charles en lo que suponía el inicio de la debacle levantinista, más aún si cabe, teniendo en cuenta que fue el propio brasileño el que hizo sangre firmando el cuarto gol de la tarde para lo locales.
Sin embargo, el espíritu batallador de este Levante no tiene límite y los de Paco López no se rindieron. Siguieron en el partido con la intención de sacar algo positivo. La buena fortuna se alió con Toño y mandó su disparo al interior de la portería de Asier Riego para poner el 4-3.
El apoteosis llegó para el Levante pasados varios minutos de descuento cuando Mayoral introducía como podía una falta lateral botada por Rochina. Fue el estreno goleador del de Parla en LaLiga con el Levante y el mejor broche para un empate con sabor a triunfo.