Suele decirse que la permanencia en LaLiga Santander se consigue con unos 42 puntos, lo que significaría que al Levante todavía le separan nueve de su objetivo: la salvación. Empezó muy bien el conjunto de Paco López, incluso se llegó a pensar que esta temporada la permanencia se conseguiría de forma holgada. Todo lo contrario. Con tan solo siete jornadas por disputar antes de que acabe la competición, el club de Orriols se encuentra con 33 puntos, a tan solo tres de distancia del Villarreal, equipo que marca la zona de descenso.
Con 21 puntos todavía en juego y la permanencia más reñida que nunca, a los de Paco López todavía le quedan siete vidas, siete oportunidades, para salvarse. Oportunidades que tienen nombre propio, por cierto: Valencia CF, RCD Espanyol, Real Betis, FC Barcelona, Rayo Vallecano, Girona FC y Atlético de Madrid. No va a ser fácil para los granotas. Quien no lucha por la permanencia, lucha por meterse en Champions o Europa League, y todos intentarán sacar el máximo de puntos para lograr su objetivo.
La primera parada por la salvación será este domingo en Mestalla. No es un campo fácil, y menos si se tiene en cuenta que se trata de un derbi. Los de Marcelino lucharán con uñas y dientes por tres puntos que les acercarán a los puestos de Champions League. A esto hay que sumarle que en los últimos años los granotas no ha logrado puntuar en territorio che.
Las siguientes dos paradas serán en el Ciutat de València contra el RCD Espanyol y el Real Betis, respectivamente. Lo duro de estos encuentros, además de los rivales, es que se jugarán con tan solo tres días de diferencia, pues habrá jornada entre semana. Ambos equipos se encuentran a mitad tabla, aunque matemáticamente todavía podrían entrar en zona europea.
El fin de semana siguiente se visitará el Camp Nou. Campo difícil para un equipo que necesita puntuar lo máximo posible, pero como ya dijo Joaquín Caparrós en su época como técnico del levantinista, "todos deben pasar por el dentista".
Como se suele decir, a la quinta va la vencida. Y es que es muy probable que uno de los partidos más decisivos de la lucha por la salvación sea el que enfrentará a Levante y Rayo Vallecano en el Ciutat de València. En el penúltimo partido de LaLiga, los azulgranas visitarán tierras catalanas, mientras que la temporada finalizará en casa ante un Atlético de Madrid que, seguramente, tenga asegurada la segunda plaza, lo que no quita que sea un hueso duro de roer.
En definitiva, se avecina un calendario variado para los granotas, aunque cabe recordar que estos dependen de sí mismos y si juegan bien sus cartas podrían conseguir la permanencia en Primera División.
Corría el año 2011 y el conjunto de Orriols era todavía un recién llegado a la máxima categoría del fútbol español. Apenas quedaban un par de jornadas para que terminase la temporada, esa que había permitido soñar a los granotas tras un ascenso soñado el año de su centenario. El Levante visitaba Mestalla con el objetivo todavía sin cumplir, pero con un empate los levantinistas podrían celebrar por fin aquello por lo que tanto habían luchado. No fue un partido sencillo: el Valencia atacaba y atacaba, pero los levantinistas se defendían con uñas y dientes.
Caicedo llegó a enviar un balón al poste de la portería defendida por César, siendo la ocasión más clara de los visitantes. Parecía que los ataques del Valencia eran inofensivos hasta que, en el minuto 89, Mata lanzó la pelota contra el palo de la portería Munúa. Un gol che significaba que el descenso de categoría. Tras unos minutos de añadido, los granotas por fin pudieron gritar de alegría: el Levante era de Primera.