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Otro amargo final antes de hora para Muñiz

Muñiz, durante un partido de este curso.
Álex López Sanfeliu

El extécnico del Levante Juan Ramón López Muñiz ha sufrido otro duro final en su último equipo, el Málaga.

La derrota del Málaga en casa ante el Extremadura el pasado sábado fue definitiva para el devenir de Muñiz al frente del conjunto de Martiricos. El club blanquiazul decidió poner punto y final al periplo de Muñiz en su cuarta etapa malaguista. Así, la historia se repite para Muñiz, cuando la temporada pasada fue destituido por el Levante. En el conjunto de Orriols, el Levante encadenó 15 partidos sin conocer el triunfo y un nefasto ciclo de cuatro derrotas en los últimos cinco choques se lo llevó por delante.

Los malos números del técnico asturiano no dejaban lugar a otra situación diferente que no implicase la destitución.

Los números que propiciaron el cese de Muñiz

El Málaga tuvo un inicio fulgurante de temporada, con cinco triunfos seguidos. Había cierta semejanza con el comienzo del anterior ascenso a Primera, donde Muñiz también estaba al volante. El equipo exhibía una solidez portentosa, que invitaba a creer en objetivos ambiciosos. Además, en varias monedas al aire en esos encuentros le salió cara. Aprovechó el conjunto malaguista esa inercia durante todo el 2018 para quedarse en la zona noble de la clasificación. La llegada del nuevo año trajo la cuesta abajo. 15 partidos desde entonces y sólo cuatro triunfos. La dura derrota con el Reus en La Rosaleda el Día de Reyes marca la campaña. Desde entonces, 19 puntos de 42 posibles. Cuatro victorias, siete empates y tres derrotas. En este tramo, el cuadro malagueño ocuparía la decimosexta posición.

Antes del tropiezo con el desaparecido conjunto catalán, el Málaga era tercero (36) y tenía por delante al Albacete (37) y el Granada (38). En esta parte los nazaríes sumaron cuatro puntos más, los manchegos siete y el Osasuna 16 más. Sólo le iguala el Dépor, donde Natxo González también fue destituido hace una semana. No había una excesiva sensación de vulnerabilidad, pero sí de que la manta se quedaba corta. Especialmente por los pies, donde el equipo ha acuciado una imperante falta de gol. Sólo cinco equipos son menos certeros. El peor registro entre los 10 primeros. 34 goles en 34 partidos es un guarismo muy pobre, que evidenciaba muchas carencias en el engranaje ofensivo.

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