El jugador costamarfileño del Levante, Cheik Doukouré, se encuentra en pleno proceso de recuperación de la grave lesión de rodilla que sufrió hace un par de meses y que le obligó a pasar por el quirófano.
Al levantinista todavía le restan alrededor de cuatro meses de fatigantes sesiones de trabajo para recuperar tanto la fuerza como la movilidad en su maltrecha articulación. Es la incansable batalla física y psicológica por volver a ser el que ha sido y estar a tope para ayudar al equipo en la siguiente temporada, presumiblemente en Primera División.
Cheik Doukouré acostumbra a compartir a través de las redes sociales todas y cada una de las etapas que conforman el proceso de recuperación. En este primer tramo, la bicicleta estática es la compañera de viaje del costamarfileño y pasa largas jornadas de trabajo pedaleando.
Siempre que puede y que la rehabilitación se lo permite, Doukouré aprovecha para visitar a sus compañeros ya sea en la Ciudad Deportiva o en el estadio y arroparlos así, en este tramo tan importante de la temporada.
Recientemente se dejó ver por el Ciutat de València en uno de los entrenamientos vespertinos del equipo y allí se le pudo ver comentando con varios empleados del club sobre sus sensaciones en la recuperación y sobre todos los dolores musculares y agujetas que ésta le estaba produciendo debido al intenso trabajo de fortalecimiento de la zona afectada.
El sueño de Doukouré era llegar en plenas condiciones de rendimiento para competir con su selección en la cita continental africana. Sin embargo, el infortunio de una lesión tan grave ha hecho que las posibilidades se esfumasen por completo y no tendrá más remedio que ver los partidos de Costa de Marfil ante Marruecos, Sudáfrica y Namibia desde casa.