La cifra de los 42 puntos resuena durante toda la temporada en el discurso público de Paco López como si de una obsesión se tratase. El técnico de Silla siempre se ha acogido a ese objetivo como parapeto ante cualquier situación en el transcurso de la campaña, ya fuese buena o mala.
Tras el triunfo ante el Rayo Vallecano, el Levante se quedó con 40 puntos, a las puertas del objetivo marcado constantemente por Paco López. El míster tenía toda la razón. Si el Levante consigue el triunfo el próximo domingo en Montilivi ante el Girona, rebasará esa cifra y alcanzará los 43 puntos. Firmará la permanencia de forma matemática. En cambio, si el Levante no consiguiese el triunfo y tan sólo sumase el empate, afrontaría la última jornada con 41 puntos y a la espera de lo que hagan sus rivales directos en sus partidos, podría no ser suficiente para asegurar su presencia una temporada más en la máxima categoría del fútbol español.
El Levante es consciente de que se encontrará un ambiente muy hostil en contra en Montilivi. La capacidad de abstraerse y dominar los nervios en todas las fases del partido será clave para que el equipo pueda estar metido de lleno en el partido y en la senda del buen hacer para poder ganar el encuentro.
Tal y como señaló el técnico levantinista en la rueda de prensa previa al choque, el equipo tratará por todos los medios de intentar que sean las emociones positivas las que invadan la mentalidad del equipo y no las negativas.
Si bien es cierto que el empate en Girona podría servir al equipo para cerrar la permanencia igualmente, siempre y cuando otros rivales no ganen, no es menos cierto que los levantinistas no quieren saber nada de esta posibilidad. A ellos sólo les vale ganar.