Pedro Villarroel y Levante UD llegaron a un acuerdo la semana pasada por el que el club pagará al expresidente la cantidad reclamada y, de esta forma, evitará el juicio. Esta historia comienza en marzo del año pasado, cuando Villarroel presentó una demanda ante la entidad granota. En ella, reclamaba 1,2 millones de euros por haber renunciado en 2009 a la posibilidad de recuperar las acciones.
Este fue un compromiso al que se llegó antes de que prácticamente el 75 por ciento de los títulos pasaran a la autocartera del club y, posteriormente, el capital social recalase en la Fundación Cent Ants. Dicho pago se encontraba sujeto a la recalificación de los terrenos del estadio. Esto se debe a que en el pacto inicial se indicaba que el club abonaría tal cantidad tras ello, o en el plazo de tres años desde el momento de la firma.
El conjunto granota rechazó la denuncia, alegando que había cumplido con sus obligaciones. Lejos de que alguno reculase y cediese a las peticiones del otro, a finales de año club y expresidente se citaron en los juzgados sin llegar a ningún acuerdo, de ahí que mañana hubiesen tenido que verse las caras de nuevo. A lo largo de estos últimos cinco meses, se ha producido un acercamiento entre ambas posturas, por lo que la semana pasada por fin pudo llegarse a un acuerdo. Finalmente, la entidad granota pagará a Villarroel un total de 1,2 millones de euros, precisamente la cantidad que el propio expresidente reclamaba.
Así pues, Pedro Villarroel ha solicitado a los juzgados una ratificación del acuerdo que pueda servir como garantía. Por otro lado, el antiguo presidente del Levante ha recaudado todas las cantidades que se encontraban incluidas dentro del convenio de acreedores del club, siendo esta una deuda completamente independiente de la anterior mencionada.