El Levante ha colocado en su punto de mira al Alavés y al estadio de Mendizorroza desde que supo este pasado jueves que estrenará la temporada a domicilio ante el conjunto babazorro.
Por delante, un mes y medio de preparación para llegar en las mejores condiciones posibles al duelo fijado para el fin de semana del 17 y 18 de agosto, todavía por confirmar el día y la hora exacta.
El partido ante el equipo dirigido por Asier Garitano se convertirá en el más largo de la temporada para los de Paco López. Posteriormente llegarán los duelos ante el Villarreal y Valladolid en el Ciutat de València antes del primer parón liguero por compromisos internacionales pero esos dos encuentros poco preocupan por el momento en comparación con el Alavés.
Además, el Levante tiene una cuenta pendiente contraída de su última visita a Mendizorroza. Los de Paco López protagonizaron, posiblemente, el peor partido de la temporada pasada en el feudo vitoriano, dejando una imagen muy pobre por lo que en sus pensamientos no hay otra cosa que no sea resarcirse de aquel partido esperpéntico.
Fue el pasado 11 de febrero de 2019 cuando los levantinistas se hundieron en Mendizorroza durante un encuentro en el que Paco López apostó por dar entrada a muchos jugadores no habituales en el once. El tiro le salió por la culata pues el equipo no estuvo a la altura y fue un títere a manos de un Alavés mucho mejor y que no hizo sangre pese a su superioridad. Laguardia y Jony fueron los goleadores. El central aprovechó para cabecear un córner tras un error defensivo de los granotas en la marca, mientras que el segundo ya llegó en el descuento pero de la peor forma posible.ouDkouré se encantó y en una cesión a su portero, le entregó el cuero a Jony para que este se plantase sólo ante Aitor Fernández y batiese al meta de Arrasate.
Ahora, con seis semanas por delante aproximadamente, el Levante hará todo lo posible por cambiar el recuerdo de aquella última visita a Mendizorroza en el que es siempre el partido más largo, el primero de cualquier campeonato.