El exdirector deportivo del Levante UD, Tito, ha concedido una entrevista a la revista The Tactical Room. En ella, el exmiembro de la dirección deportiva granota ha revelado los secretos de su profesión, además de comentar su paso por el conjunto de Orriols.
Tito no se anda con rodeos y comienza diciendo que, en un primer momento, sus intenciones no eran las de terminar como director deportivo, sino como técnico. Para ello llegó a sacarse hasta el Nivel 3 de entrenador, pero su paso por la Asociación de Futbolistas Españoles, y un curso de director deportivo de la RFEF, hacen que el de Benidorm termine por tomar el camino que le llevaría a Primera División.
Acto seguido, el alicantino narra las claves para ser un buen director deportivo: la sinceridad, la confianza y la lealtad con quien tienes alrededor. Sin embargo, esta no son las únicas piezas esenciales a la hora de hacer un buen trabajo. "La gestión humana es prioritaria, porque eso te ayuda a tener un equipo de trabajo alrededor muy profesional", apunta Tito.
Tras estas palabras, el exdirector deportivo entra de lleno en su etapa dentro del Levante, donde ya militó como jugador. "El equipo acababa de descender, lo que nos permitía tener acceso a un nivel de jugadores que, honestamente, otros veinte equipos de Segunda no podían alcanzar", señala. Pero no todo eran ventajas para los de Orriols, sino que el club no contaba con una estructura deportiva con tres perfiles técnicos. Desde la llegada de Tito, el conjunto valenciano ha ascendido a trece integrantes en la dirección deportiva.
Desde su llegada, Tito tenía claro que lo principal, tras el descenso, era escoger al entrenador. Para ello, se vio hasta con cuatro candidatos, hasta que se sentó con su Secretario Técnico y le dijo con firmeza: "lo tengo claro, es Muñiz". La decisión de debía a que el asturiano venía de hacer un gran año con el Alcorcón, conocía la categoría y qué jugadores necesitaría para jugar en Segunda División.
"La dirección deportiva de un club de primera debe tener controlados al máximo número de jugadores posible en el mundo. Hay que limitar el azar", sentencia Tito. Además, añade que al fichar es necesario fijarse en dos cuestiones esenciales: la situación del jugador en el club en el que está, y la vertiente personal del mismo.
Por último, habla de la venta de Lerma, la cual supuso un ingreso tremendo para un club como el Levante. "En caso de quedarse, hubiéramos ganado en rendimiento y creíamos que el potencial de crecimiento del futbolista daba para que en el futuro hubiera mas opciones", finaliza.
Tras conseguir el ascenso a Primera División, el equipo no consiguió los resultados deseados y terminó por verse en apuros al final de temporada. Por ello, Tito tuvo que llevar a cabo la destitución de Muñiz como técnico del Levante. "Yo intento ser consecuente con mi forma de ver el deporte y esta profesión. Muñiz estaba siendo honesto, trabajador y exigente. Yo creía que el equipo tenia que ser mas valiente y no dimos el paso adelante que esperaba. Ahí ya no podía engañarme a mí mismo. Había que cambiar el rumbo", comenta el director deportivo.
Con la decisión tomada, el entrenador que cogería el testigo ya estaba decidido. Tito había hablado previamente con Paco López, tenía claro que sería el sucesor en el banquillo del primer equipo granota. "Lo tenía claro por su manera de ver el fútbol, cómo trabajaba con su gente, el optimismo que proyectaba alrededor... era lo que necesitábamos, concluye. Además, añade con satisfacción que la elección fue la correcto, pues el Levante de Paco fue el mejor equipo de LaLiga desde que llegó, el único en ganar al Barça aquella temporada. Por último, el de Silla cuenta con una propuesta valiente y, para colmo, es un exjugador de la casa.
Los últimos meses de Tito en el conjunto granota fueron un tanto caóticos, y es que el de Benidorm no fue renovado y tuvo que trabajar en esta situación. "Vamos a ser profesionales, vamos a dejar la mejor plantilla posible", les comentó a sus compañeros de equipo. Tras esto, añade que la decisión del club era algo que ya se esperaba. Pese a esto, no duda en afirmar que sigue siendo socio del Levante, que es su casa, y que siempre le estará agradecido por la oportunidad que le dieron.