Cheick Doukouré, centrocampista cedido por el Levante UD en la SD Huesca, protagonizó este domingo una de las imágenes positivas del día. El costamarfileño volvió a pisar el césped y a tocar balón después de mucho tiempo.
Si todo va bien, Doukouré y los servicios médicos del Huesca planean que el costamarfileño vuelva a la competición en el mes de febrero cuando se cumpla aproximadamente un año desde la grave lesión en el Levante.
Doukouré está viviendo un calvario con su maltrecha rodilla. La recuperación está siendo más dura y farragosa de lo habitual ya que el futbolista ha tenido varios derrames en la zona afectada y los plazos se han alargado. Se vio obligado incluso a pasar por el quirófano otra vez para someterse a una artroscopia tras uno de los derrames. Esa intervención tuvo lugar el pasado 13 de noviembre y fue la opción consensuada para intentar poner coto a los derrames cada vez que Doukouré forzaba su rodilla.
Cheik Doukouré cayó lesionado el pasado 24 de febrero en un choque disputado en el Ciutat de València ante el Real Madrid. En aquella ocasión, Doukouré pegó al aire en un acción defensiva pues no acertó a golpear el esférico y la mala fortuna se cebó con él. Se rompió el ligamento cruzado de la rodilla y desde entonces no ha vuelto a jugar.
Doukouré fue operado el pasado 8 de marzo por lo que hace algunos días, alcanzó los diez meses de recuperación, tiempo más que suficiente y estimado para que un futbolista de élite pueda volver a competir tras una lesión de tal magnitud en condiciones normales, pero con las constantes recaídas que ha tenido el granota, los plazos se están alargando aunque el fin parece cercano. Todo depende de cómo responda la rodilla ante las nuevas cargas de trabajo.