El Levante UD vive un fin de semana tranquilo al descansar sin entrenamientos ni partidos. El motivo es el aplazamiento del duelo correspondiente a la segunda jornada del campeonato contra el Atlético de Madrid. Los colchoneros comenzarán su participación la próxima semana y al Levante no le ha venido nada mal el parón ya que el Ciutat todavía no está preparado para jugar. A pesar del descanso, el trabajo en las oficinas granotas no cesa a dos semanas del cierre de mercado. La prioridad granota no es otra que la de avanzar en el capítulo de salidas, algo necesario, entre otras cosas, para poder inscribir en LaLiga a jugadores como Malsa, que todavía no ha podido ser inscritos.
Malsa, el primer fichaje que anunció el Levante al finalizar el pasado curso no ha tenido un comienzo fácil con su nuevo equipo. Apenas ha podido entrenar algunos días con el equipo y el Levante no le dio de alta para el primer duelo oficial de la temporada ya que todavía no podía jugar. Ahora, la prioridad es inscribirlo de cara al duelo del próximo domingo en Pamplona ante el Osasuna pero para ello es necesario que el Levante saque a jugadores que no cuentan y por tanto, suponen una gran carga para el coste de plantilla, el club hay que reducir imperiosamente.
El club trabaja sin descanso para llegar a un acuerdo de rescisión de contrato con Antonio Luna. El lateral zurdo no cuenta para Paco López y debe salir por motivos deportivos pero sobre todo, motivos económicos ya que tiene una elevada ficha y eso supone un gran peso para el coste de plantilla.
Una vez Luna salga del Levante, ya será posible la inscripción de Malsa en LaLiga y algún otro refuerzo que pueda llegar antes del cierre de mercado el próximo 5 de octubre.