No es culpa de Paco

A veces hay que agitar un poco el avispero, para que podamos ver más allá de los resultados. Con el equipo en la posición que ocupa, lo normal sería cesar al entrenador, pero eso en el caso del Levante, no haría mejores a Postigo, Vezo, Toño, Clerc, Son y compañía. Muchos de ellos son jugadores de futuro, pero lo que necesita el equipo es una defensa de rendimiento inmediato y errores ocasionales.

Este verano no se ha fichado bien y eso no es culpa del técnico de Silla. El estadio ha quedado maravilloso, pero como he dicho en varias ocasiones, de nada servirá todo el lavado de cara al club, si la realidad te devuelve de LaLiga Santander al lugar al que nunca querrías regresar.

El equipo juega bien, eso es cierto. Con mayor o menor suerte de cara a portería, el conjunto granota propone un fútbol atractivo, que no tiene recompensa en ningún partido por el lastre que suponen los errores defensivos.
De los últimos 5 partidos empatados, podrías haber ganado cada uno de ellos si no hubieses encajado goles, repitiendo errores uno tras otro. Y claro, puede parecer ventajista, y aquí vendría aquello de “y si mi abuela tuviese ruedas sería una bicicleta”, que seguro que tienen algunos en mente. Sin embargo es cierto. Se han firmado jugadores que no eran necesarios, el bloque del equipo es el que ascendió de segunda división, y los que han llegado no vienen precisamente con un bagaje de partidos en la máxima categoría, que avalen su incorporación.

Todo son apuestas de futuro, y tanto pensar en ello, ha hecho que se descuide el presente. El futuro, en la situación que estaba el club, podías buscarlo en casa, pero lo dejaste marchar, cuando lo que necesitabas era retenerlo, y apostar por veteranía y experiencia dónde ya sabías la temporada pasada que lo ibas a necesitar. Pero no, todo pensando en el futuro y olvidándote de lo que te da de comer a ti y a los aficionados que es el presente, el partido del próximo fin de semana. Quizá el cambio que necesite el club ahora, no esté sentado en el banquillo.