La visita del Levante UD a Balaídos acabó en drama. Algo que se está convirtiendo en habitual en una semanas de absoluta apatía para los levantinistas. El Celta se llevó el duelo (2-0) gracias a los goles de Brais Méndez y Solari en otra noche de ineficacia granota. Paco López intentó algo nuevo con la titularidad de un canterano como Álex Cantero, algo que sirvió para mandar un mensaje a navegantes. Si bien tuvo algo de efecto al inicio, este se diluyó para confirmar una triste derrota para los levantinistas quienes se han metido en un bucle de negatividad y malas sensaciones del que parece muy complicado salir. De momento, sigue hundido. Paco López buscó dar un golpe de efecto en el Celta - Levante tanto en la alineación como en la propuesta táctica. Sorprendiendo con la incursión de Cantero en la punta de ataque. Esa frescura que buscaba el técnico se hizo notar en intensidad durante los primeros compases del juego. En el 5', el Levante amenazó con una gran recuperación que estuvo muy cerca de acabar en gol. La pena granota fue que no hubo entendimiento entre Roger y el canterano en el remate.
Ambos equipos dejaban claro que no sería el día de entregar la espada fácilmente. Los locales mostraban pegada y poderío a la contra. A los 13' minutos de juego, el Celta enarboló una de las grandes ocasiones del encuentros y Iago Aspas asistió a Nolito que estaba solo en el punto de penalti. El delantero andaluz remató fuera incompresiblemente. Era el primer fogonazo celeste. El segundo llegó a los pocos minutos con una gran intervención de Dani Cárdenas en el intento de vaselina de Iago Aspas. Cara a cara ganado por el meta catalán.
El Levante trataba de no resignarse y se estiraba en busca de la meta rival. Lo intentó Melero desde larga distancia con un disparo raso que no fue problema para Villar.
En el intercambio de golpes volvió a tocarle a los granotas y esta vez fue obra de una motivado Cantero, que encaró a su par en el pico del área y buscó un disparo con rosca que se marchó por muy poco.
Al filo del descanso, todos los corazones granotas se encogieron después de que Jaime Latre señalase penalti en contra del Levante. Duarte, que estaba a escasos minutos de confirmar su renovación por una temporada más con el Levante, dio un plantillazo a Santi Mina. Sin embargo, no sin suspense, todo quedó anulado por el fuera de juego que decretó el VAR.
El partido se marchó al descanso.
En la reanudación, el Celta entró mucho mejor en el partido y fruto de ello, comenzó a imponer su ley, que pronto se convertiría en ventaja en el marcador. Antes, Roger dispuso de una ocasión buen pero su remate mordido no cogió portería. 'El Pistolero' se quedó con la miel en los labios. Apenas dos minutos después llegó el tanto local ante, una vez más, la inoperancia granota en defensa. El pase interior de Iago Aspas cayó en los dominios de Brais Méndez en el área chica y el gallego, con sutileza, levantó ligeramente el cuero para batir a Cárdenas. (0-1)
El tanto cayó como jarro de agua fría en la expedición granota, que hizo lo posible por reaccionar pero sin demasiado éxito. Tenues acercamientos ante un Celta que tenía el partido justo donde quería.
Los granotas trataban de subir una marcha y adelantar líneas, buscando transiciones en busca de los hombres de referencia ofensiva. Sin embargo, no fue el Levante sino el Celta el que volvió a pegar fuerte para poner el 2-0. Con una triangulación buena, los celestes se aprovecharon de la posición atrasada de Vezo, que habilitaba, y Aarón pudo llegar hasta línea de fondo para asistir a Solari en el segundo palo. (2-0)
Otra vez, las mismas sensaciones en la parroquia granota, débiles atrás y sin apenas capacidad de reacción. Paco dio entrada a Morales, Sergio León y Miramón por Duarte, Cantero y Melero.
Los cambios dieron algo de vida al Levante. En el 81', una doble ocasión de Morales y Róber Pier estuvo cerca de suponer un tanto visitante.
En el 86', Morales pudo rematar abajo con un buen centro de De Frutos desde el costado diestro. No era el día para los granotas. Otro día para el olvido. Los minutos se consumieron hasta el final del encuentro.