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Derbi de alto voltaje

Soldado, en el derbi amistoso. (Foto: Levante UD)
Joan Camacho

El derbi de pretemporada comenzó con una gran intensidad y aún fue a más conforme fueron pasando los minutos, las chispas comenzaron a saltar bajo el sol abrasador de Paterna. Un derbi es un derbi y no entiende el significado de amistoso. Levante UD y Valencia CF saltaron al verde del Antonio Puchades con la firme intención de llevarse la victoria, sin contemplaciones.

Que iba a ser un derbi de verdad se podía prever desde el minuto 1 del encuentro, cuando Bordalás y Paco López se pusieron en pie y comenzaron a dar órdenes desde la banda. Los entrenadores de ambos equipos comenzaron el derbi viviéndolo como si se tratase un partido de LaLiga Santander. Para Paco López era un partido bonito, se reencontraba con el entrenador que le vió debutar en Primera División, José Bordalás.

Omar Alderete, ante el Levante. (Foto: Valencia CF)

La intensidad del derbi valenciano se dejo notar en cada acción disputada. Los jugadores de un bando y el otro reclamaban al árbitro como si hubiese tres puntos en juego. La primera cerilla la encendió Burlamaqui, realizando una dura entrada sobre Soldado. El delantero valenciano se levantó como un resorte para recriminarle la acción al peruano. Ambos provocaron la primera tangana del partido que se diluyó rápidamente.

El juego seguía en Paterna y la intensidad iba subiendo cada minuto un poco más. La sangre uruguaya es caliente y Maxi Gómez lo demostró, el delantero se fue calentando y explotó con la dura entrada de Radoja. El serbio fue al suelo en un balón dividido cazándole el tobillo a Maxi y el uruguayo se lo hizo saber al árbitro de manera clara. Pero el delantero valencianista ya estaba con la calentura y en un centro de Gayá por banda izquierda, al que no llegó a rematar, le dejó un recadito a Cárdenas que le tuvo en el suelo siendo atendido durante todo el cooling break.

La última cerilla de la primera parte la encendió Correia, con una entrada que no gustó nada a Campaña. El andaluz se encaró con el portugués con cara de pocos amigos. Los jugadores de ambos equipos se volvieron a medio enzarzar, aunque finalmente se tranquilizaron todos menos Campaña y Correia. La tensión del derbi se reflejaba en cada dura acción en la que los jugadores no dudaban en recriminarse. Nadie quiere lesionarse en pretemporada y menos por una patada del contrario.

La segunda parte comenzó algo más calmada tras el paso por vestuarios, aunque pronto se fue la calma. Un duro choque entre Malsa y Burlamaqui dejó la primera expulsión del encuentro. El centrocampista granota vio la tarjeta roja y el banquillo de Paco López explotó contra el árbitro que a punto estuvo de expulsar al de Silla también. Los granotas no entendieron la decisión del colegiado y rodearon al árbitro con fuertes protestas.

Tras el gol de Valencia, otra vez entró en acción Burlamaqui. Tras el saque de centro, Guillamón golpeó por detrás a Dani Gómez y el peruano llegó para decirle algo que no le sentó bien al delantero granota. El Levante no dejó de reclamar tras la expulsión que dejó muy cabreados a jugadores y cuerpo técnico.

La tensión granota se palpó con la entrada de Joseda sobre Cantero, en la que el banquillo levantinista salió a protestar con virulencia. Reclamaban la expulsión como en la acción de Malsa. El resultado desfavorable y la polémica tarjeta roja dejó a los granotas muy enfadados con el árbitro en un derbi de alto voltaje.

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