El Ciutat estrena temporada con más de 9.000 personas en las gradas
El Levante UD estrenó este domingo la nueva temporada en el Ciutat de València y lo hizo acompañado de su afición llenando parte de las gradas. Faltaban alrededor de dos horas para el comienzo del encuentro y los aledaños de Orriols ya se encontraban llenos de granotas, aunque lo cierto es que no era para menos. La ocasión bien lo merecía, pues los de Paco López recibían a un Real Madrid que no pisaba el feudo levantinista desde hace justo un año y medio, desde que Morales dejó los tres puntos en casa con un gol en el último tramo de partido.
Sin embargo, y pese a la gran cantidad de personas que se habían acercado al Ciutat de València, el ambiente era tranquilo. La gente esperaba a los autobuses. El del Levante llegó de forma tranquila, con el apoyo de sus aficionados, y el del Real Madrid lo hizo acompañado de algunos silbidos, como viene siendo costumbre a la hora de recibir al equipo rival. Sin embargo, la calma no duró demasiado.
Poco a poco los granotas fueron llenando el estadio. De nuevo, más silbidos para los porteros del Real Madrid en su salto al césped. Aitor Fernández y Cárdenas, por su parte, fueron recibidos entre vítores. Lo mismo se repitió con la salida del resto de jugadores de ambos conjuntos. A media hora para el inicio del encuentro, no pudo faltar el aplauso del Ciutat de València para el equipo levantinista femenino, que continúa paseando el escudo de Orriols por Europa.
Por fin, en medio del juego de luces, los jugadores saltaron al terreno de juego para dar inicio al partido correspondiente a la jornada 2 de LaLiga. La afición se mostró animada, volcada con los de Paco López, y bastante contenta ante el asedio granota a la portería del conjunto blanco, aunque sin fortuna. Sin embargo, fue el Real Madrid el que golpeó primero y se adelantó en el minuto 5 con un gol de Bale, que también celebró parte de la grada.
La situación tampoco cambió demasiado. Los levantinistas siguieron animando a los suyos, aunque el ambiente se iría crispando con el paso de los minutos ante las decisiones del árbitro en varios minutos del encuentro, que debieron no parecer del todo correcta a los granotas. Finalmente, el partido se fue al descanso entre silbidos y con la ventaja mínima de los madridistas en el luminoso.