El Levante tampoco puede con el Athletic Club ni con los elementos
El Levante UD y el Athletic Club empataron 0-0 este viernes en un partido gris, ramplón y en el que los jugadores de ataque no supieron hacer daño a las defensas. Los granotas ofrecieron cierta mejoría en sus sensaciones tanto en ataque como en defensa pero no fue suficiente para sumar el primer triunfo de la temporada en LaLiga Santander. La tromba de agua que cayó sobre el Ciutat condicionó el partido, sobre todo en la recta final en la que el Levante quiso ganar pero no pudo.
El Levante comenzaba el duelo ante los vascos con la inteción de hacer valer su condición de local, sin embargo, la sensación de un equipo atenazado era evidente. Sobre todo, cada vez que el Athletic rondaba las proximidades del área de Dani Cárdenas. El primer gran susto llegó por parte de Íñigo Martínez. El central internacional remataba libre de marca en el interior del área granota y aunque la trayectoria del cuero fue cercana al marco, se fue desviada.
El Levante trataba de tomarle el pulso al partido, intentando imponerse en el centro del campo y acosando el área de Unai Simón. Primero Campaña, en un balón al que no llegó y posteriormente, De Frutos, con un testarazo que no cogió portería.
El VAR tumba las jugadas polémicas
El Levante entraba en buena dinámica y combinaba bien sometiendo al rival. Los vizcaínos se defendían como podían. Llegando al cuarto de hora de juego, Bardhi se internó en el área y cayó trastabillado. El macedonio reclamó penalti pero Munuera Montero y el VAR determinaron que no existía nada punible.
El Athletic aprovechó la frustración imperando en el estadio para salir de su área y tener mayor presencia en la contraria. Así llegó otro momento de máxima tensión para el Levante. En un balón aéreo, un contacto entre Campaña y Yeray o unas posibles manos fueron minuciosamente analizadas por el colegiado en la pantalla del VAR durante largo y tendido. Al final, nada y juego continuó.
Las defensas se imponían a las propuestas ofensivas de ambos equipos.
Los de Javi Pereira trataban de estrechar el cerco sobre el Athletic Club pero lo intentaban con mayor voluntad que acierto.
Ambos equipos adolecían de chispa, ideas y claridad y así, no era de extrañar el primer tiempo plano e insulso que vivieron los levantinistas en el Ciutat de València.
En el tiempo añadido de la primera mitad, el colegiado señaló una falta en el borde del área a favor del Levante. Enis Bardhi ejecutó y estampó el cuero en la barrera. Llegó el tiempo de descanso.
La segunda parte arrancó bajo un manto de espesa lluvia sobre el césped del Ciutat de València.
Javi Pereira buscaba alternativas cambiando de posición constantemente a las piezas de arriba, sin embargo, por más que lo intentaba el Levante en la línea de tres cuartos, no encontraba la forma de abrir una vía en la línea de retaguardia granota.
Tras la lesión de Malsa, fue Vukcevic el que entró en el terreno de juego para apuntalar el centro del campo granota.
El Ciutat reclamó penalti es una choque de Balenziaga con Son que provocó la caída del sevillano. Por el costado diestro trataban los granotas de conseguir algo más. De Frutos lamentó la decisión de Munuera Montero, que le señaló falta en ataque en el 67'.
Tremendo aguacero en Orriols y Unai Simón salva a su equipo
El partido asumió tintes de épica a razón del aguacero que cayó sobre el verde del Ciutat. El Levante no le perdía la cara al encuentro y trató de crecer a costa de una Athletic desdibujado. La gran ocasión del encuentro llegó en el 77', con un disparo tenso de De Frutos que debiera haber acabado en gol de no ser por la gran parada salvadora de Unai Simón.
Cárdenas hizo lo propio poco después tras una buena acción de Nico Williams aunque este estaba algo escorado.
El duelo entraba en su recta final y los granotas demostraban que no se conformaban con un empate que sí parecía valer a los visitantes.
Miramón y Soldado ingresaban en el terreno de juego para disputar los últimos minutos.
En el 86', Nico Williams volvía a encoger todos los corazón granotas con un disparo con rosca que se marchó por poco.
El partido se había convertido en impracticable por el agua que caía. El balón apenas rodaba y todo parecía que dispuesto para un empate sin goles como así ocurrió.