Levante UD y Osasuna empataron este domingo en un duelo sin goles y en el que ambos equipo estuvieron mejor en defensa que en ataque. Los levantinistas pusieron muchas ganas y mucha voluntad ante su afición pero volvieron a evidenciar una falta de fútbol que ya trasciende a la identidad de la persona que ocupe el cargo de entrenador. Mejor imagen y mejores sensaciones pero tan sólo un punto más que continúa dibujando la gris realidad que azota al Levante en LaLiga Santander.
El Levante arrancó el duelo con ganas y con mucha presencia en campo contrario. En minuto y medio de juego, Morales metió el miedo en el cuerpo a Osasuna con un disparo raso desde la frontal que se marchó fuera por poco y tras golpear en un rival.
El Levante asumía el protagonismo del encuentro intentando hacerse con el control del juego en el centro del campo pero Osasuna creaba muchos problemas presionando arriba y dificultando la salida de balón. En el 14', el Levante llegó con peligro a línea de fondo y Osasuna defendió bien en el primer palo para mandar a córner.
La iniciativa en el encuentro la llevaba el Levante pero se topaba con un rocoso Osasuna, que dejaba clara su voluntad de aprovechar cualquier concesión que le permitiesen los locales. La imagen defensiva de los granotas también resultaba efectiva.
En el juego posicional, el Levante no encontraba forma de hacerle daño al rival por lo que, ante cualquier balón robado y posibilidad de salir a la contra, el graderío del Ciutat rugía.
El Osasuna mantenía el tipo y cada vez le robaba más tiempo el balón a los granotas en un duelo en el que el juego de destrucción de las defensas se imponían a la creación de los ataques.
En el 35', Pizarro Gómez le mostró la cartulina amarilla a Radoja, tras una tarascada a un rival.
El Levante trataba de abrir vías en la defensa granota por los costados con centros de Son. En el 38', el Levante rozó el gol con una triple ocasión en la que Sergio Herrera y los palos fueron claves para dejar el empate a cero en el marcador. En primer lugar, Roger metió la puntera para rematar un centro en el área de Campaña. Herrera lo evitó con una buena manopla. En el córner resultante, el remate de Roger fue repelido por el propio Herrera y en el rechace, De Frutos se internó en el área, rebasando a varios defensores para cruzar pero el poste escupió el balón tras el disparo del levantinista.
De Frutos fue amonestado por una acción con faltas reiterativas a M. Sánchez.
Con esa buena sensación final se marchó el cuadro granota al descanso, no sin antes haber achicado varios balones de su propia área.
En la reanudación, el Levante mostró la misma voluntad de seguir insistiendo pero sin demostrar mayor clarividencia que en la primera mitad.
El bloque aguerrido de Osasuna se mantenía bien a base de solidez e intensidad.
Alessio buscó una variante en el banquillo dando entrada a Malsa por Radoja.
El duelo continuaba muy cerrado cuando restaba media hora de juego. Sin apenas alternativas ni posibilidades, los dos equipos maniataban al rival.
Tan solo De Frutos conseguía inquietar a los rojillos. Suya fue la acción en el 66' en la que los levantinistas reclamaron penalti tras un encontronazo en el área que no tuvo influencia en el marcador.
Acto seguido, Pepelu y Roger dejaron su lugar a Bardhi y Soldado.
Los minutos pasaban y se percibía una subida de marcha en el equipo granota, espoleado por la afición.
Si no podía ser en el juego posicional, el Levante lo intentaba a balón parado. En el 74', Mustafi cabeceó un buen balón a la salida de un córner pero su testarazo fue centrado y Sergio Herrera atajó para el lamento granota.
A falta de cinco minutos para el final del tiempo reglamentario, Lisci dio entrada a Cantero por De Frutos y a Franquesa por un Carlos Clerc que pidió el cambio con problemas.
El Levante quemaba las naves en busca de una victoria que se resista ya desde hace demasiado.
En el 87', tras una buena recuperación en el centro del campo, Morales puso un buen balón a la olla buscando a Sodado o Cantero. Nadie acertó y el balón se paseó sin encontrar rematador. Otra vez Morales, en el siguiente ataque buscó el gol desde larga distancia.
Ya en el descuento, el Ciutat reclamó penalti sobre Cantero tras una carga en el área visitante pero Pizarro Gómez no consideró nada.
Aún tuvo que guardar el aliento el levantinismo por algún ajuste defensivo a última hora.
No hubo tiempo para más y el duelo llegó a su fin.