El Levante se quita todos los complejos de una tacada
Al Levante UD le pone jugar en el Wanda Metropolitano y lo demostró este miércoles por la tarde al asaltar el feudo rojiblanco con un gran partido en el que la garra y el oficio fue la seña de identidad de los hombres de Alessio Lisci. Insólito teniendo en cuenta el desastre de temporada que lleva el conjunto granota. Un gran gol de Melero dio los tres puntos a los levantinistas, que aguantaron estoicamente para ahondar en la crisis rojiblanca. Una gran victoria que supone un pequeño paso adelante en LaLiga Santander pero sobre todo, un gran refuerzo moral para lo que queda por delante.
El Levante se plantó en el Wanda Metropolitano a sabiendas de que necesitaría la dosis de carácter y personalidad de la que hablaba Alessio Lisci en la previa. El conjunto granota se mostró liberado, atrevido y concentrado en el choque ante los rojiblancos, algo que no ha sido muy común en lo que llevamos de temporada.
Los granotas fueron capaces de mantener el equilibrio y ser rocosos durante la primera mitad ante un Atlético de Madrid que no encontraba soluciones para hacer daño. De hecho, si alguno de los dos equipos se mostró más ducho en el partido, ese fue el granota que avisó en un par de ocasiones con cabezazos de Roger y Duarte.
En el 21', una aproximación peligrosa del Atlético de Madrid dejó los corazones de los rojiblancos helados. El balón se paseó por el área chica granota pero no encontró rematador. El Levante contestó con la acción más clara del encuentro gracias a una carrera de De Frutos. El veloz segoviano se aprovechó de un error garrafal de Giménez en un despeje de cabeza para marcharse sólo ante Oblak. De Frutos, al sprint, se plantó ante el metal local y trató de sorprenderle con un disparo raso con la zurda pero Oblak salió muy bien tapó mejor para desbaratar la acción más clara del encuentro.
Las fuerzas entre ambos bloques eran muy parejas y la batalla se libraba en un centro del campo sin dominador claro. La línea de tres centrales se imponía al ataque rojiblanco tanto en fútbol como en intensidad y el ataque granota funcionaba a base de intensidad y voluntad pero sin demasiado acierto.
El choque se marchó al descanso tras una buena oportunidad local que Lemar no supo aprovechar mandando el cuero muy alto.
En la segunda mitad, el Levante saltó al terreno de juego sin complejos, sabedor de que todo lo protagonizado en la primera mitad era el camino para alcanzar el éxito en el Wanda.
De Frutos y Melero desquician al Wanda Metropolitano
En el 54', el Levante se aprovechó de un gran hueco entre las líneas granotas para hacer sangre y a través de una gran combinación y un buen pase de De Frutos, Melero fusiló a Oblak por el palo corto para establecer el 0-1.
Tras el golpe, el nerviosismo se apoderaba del Atlético de Madrid, que se veía superado por el colista.
El levantinismo sufrió un duro sobresalto justo después, en el 56' por unas manos de Duarte, sin embargo, el VAR y su acierto salvaron al Levante. Munuera Montero revisó y el videoarbitraje determinó que existía fuera de juego previo de Marcos Llorente que invalidaba la acción.
El Levante seguía interpretando bien el partido y Malsa conectó muy bien para De Frutos en una ofensiva que sólo paró Oblak con una intervención oportuna para su equipo tras un disparo del segoviano.
Alessio buscaba dar un impulso más a su equipo con la entrada de Morales y Dani Gómez en la parte más adelantada del ataque. Pesa a los cambios y el cansancio, el Levante no se resquebrajaba.
Los minutos pasaban y el Levante mostraba su mejor versión defensiva, algo desconocido hasta ahora.
En el 88', Vukcevic y Coke sustituían a Melero y Pepelu para intentar amarrar el resultado durante los 7 minutos de descuento que dio el árbitro.
El Atlético de Madrid trataba de cualquier manera conseguir el empate. Todo un asedio ante los granotas que aguantaban.
Movido final de partido ya que el Atlético de Madrid marcó el gol de la igualada pero este fue anulado por una falta previa de Giménez a su compatriota Cáceres. Acto seguido, Malsa estrelló el cuero contra el larguero desde el centro del campo. A pesar de todo ello, el resultado no cambió y el Levante ganó.