Con la pretemporada del Levante UD ya en marcha a pleno rendimiento, las alarmas se han disparado en la entidad granota tras un aviso de posible descenso administrativo. Sin embargo, esto está lejos de la realidad actual del club levantinista, al menos para el presente curso, pues los números tras no haber conseguido alcanzar el ansiado ascenso indican que, aunque la situación es más que complicada en Orriols, esta no es irreparable.
Dado que el Levante UD se encuentra al corriente de los pagos tanto a sus jugadores como al resto de sus empleados, para lo cual debió de solicitar un préstamo, a 30 de junio, el club azulgrana no puede caer en el riesgo de un descenso administrativo o liquidación de cara al 31 de junio del presente año, tal como ya confirmó el medio de comunicación Sin Tregua. Además, fuentes del propio club han confirmado que se encuentran al corriente de pago con la Agencia Tributaria.
Con todo, para reequilibrar la situación financiera del club, el Levante debería pagar una cantidad de 30 millones con una fecha límite del 30 de junio de 2024, y en ningún caso para el presente curso, siempre en el caso de que la entidad azulgrana no vendiese ni generase ninguna inyección de capital.
Dicho esto, el Levante UD continúa atento a todos los movimientos del mercado de fichajes, habiendo anunciado ya un total de cuatro incorporaciones (Oriol Rey, Óscar Clemente, Adrián De la Fuente y Sergio Lozano), habiendo cerrado también la venta de Pepelu y la salida de numerosos futbolistas.