El Levante UD disputó el pasado martes, 31 de octubre, el primer partido de la nueva edición de la Copa del Rey, donde se impuso de forma clara al CD Varea en Las Gaunas por 0-3, con goles de Carlos Álvarez, Róber Ibáñez y Dani Gómez. Sin embargo, la victoria no fue la única buena noticia para los levantinistas, y es que también fue una noche de lo más especial para algunos canteranos, como es el caso de David Sellés, que debutó de manera oficial con el equipo de Calleja.
La andadura de Sellés comenzó en la previa del encuentro entre el Levante UD y el Andorra del pasado sábado y es que, dado que los granotas no iban a regresar por tierras valencianas hasta después del partido copero, la convocatoria comenzó mucho antes para el canterano. “Me llamó Álvaro del Moral, mi entrenador en el Atlético Levante UD, el miércoles y me comentó que iba a entrenar jueves y viernes con el primer equipo y que tenía posibilidades de ir convocado. Una vez allí en Buñol ya me dijeron que sí que iba a ir citado”, explica.
“Para mí ha sido una experiencia única. Me hacía mucha ilusión y estaba muy contento por poder compartir esta concentración con ellos y lo afrontaba con ganas de poder tener algún minuto y poder ayudar”, recuerda Sellés con entusiasmo. La integración fue rápida “porque todos los jugadores me lo pusieron muy fácil”, señala el futbolista.
Por otro lado, David Sellés revive con ilusión el paso a paso de su debut oficial con el Levante UD. "Estaba en el banquillo y salimos a calentar Cantero, Dani Gómez y yo. Estábamos calentando y José Romero, el preparador físico, nos dijo que íbamos a salir los tres. Yo no me lo esperaba tan rápido, así que empecé a calentar con un poco más de intensidad y a prepararme mentalmente para salir. En ese momento estaba con nervios, con ilusión y, sobre todo, con muchas ganas de jugar. Nada más entrar al campo se me fueron todos los nervios, las dudas y solo tenía ganas de jugar y aportar", narra el canterano.
Por último, Sellés recuerda con cariño quién estuvo acompañándolo desde la grada, los mismos que lo habrían hecho siempre. “Mi padre, mi abuelo, mi tío y mi primo vinieron a ver el partido y al acabar me acerqué a la grada para hablar con ellos. Me hizo mucha ilusión que estuvieran allí, fue muy bonito. Al terminar el partido algún chaval me pidió la camiseta, pero dije que la camiseta del debut me la quería guardar de recuerdo”, finaliza su relato el jugador.