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Los escuderos de Julián Calero en el Levante: así son Antonio Carmona y Roberto Ovejero

Roberto Ovejero, Julián Calero y Antonio Carmona, durante su presentación en el FC Cartagena (Foto: FC Cartagena).
Ismael Algarra

Julián Calero aterriza en Orriols junto a sus 'hombres de confianza'. Dos figuras clave y de máxima confianza para contribuir en explotar el máximo rendimiento de los futbolista en el terreno de juego. Son los obreros de Calero, con su misma esencia. Exigentes, motivadores y afines a una mentalidad competitiva que ha dejado huella, sobre todo, en el Burgos y en el milagro de la salvación del Cartagena. Un éxito que no se puede entender sin los 'invisibles': Antonio Carmona, segundo entrenador, y Roberto Ovejero, preparador físico. Para ellos, este lunes también será la presentación en sociedad, junto a Julián Calero, a las 13:30 horas en la sala de prensa del Ciutat.

Antonio Carmona, segundo entrenador, y Roberto Ovejero, preparador físico (Foto: FC Cartagena).

Antonio Carmona y Julián Calero, una fidelidad de 30 años

Antonio Carmona (Madrid, 04/08/1975) no es un soldado cualquiera de Julián Calero; es el más fiel de todos. Como jugador, se forjó en los campos de la Comunidad de Madrid y aglutinó más de 250 partidos en Segunda División B durante nueve temporadas. Era un lateral derecho tremendamente competitivo que destacó fundamentalmente en el Talavera, donde jugó entre 1998 y 2005, siempre en la división de bronce.

Antes de dejar huella en El Prado debutó con 19 años, también en Segunda B, con la camiseta del Fuenlabrada y allí compartió vestuario con Julián Calero y se inició una relación que ha perdurado en el tiempo y que 30 años después tiene a ambos trabajando juntos, ahora en el Levante. Carmona disfrutó como jugador y tuvo una larga carrera que después trasladó  a los banquillos, siempre acompañando a un Calero con quien tiene una sintonía plena.

Antonio Carmona, uno de los 'hombres de confianza', en su paso por el Cartagena (Foto: FC Cartagena).

Una historia de confianza que comenzó en el Atlético Pinto

El nuevo entrenador del Levante se puso a entrenar pronto. Empezó por el Alcobendas y enseguida cogió el banquillo del equipo de su ciudad, la AD Parla, donde Antonio Carmona apuraba su carrera y se preparaba para el día que tuviera que colgar las botas. Lo hizo en 2012, con 36 años, tras una última etapa como capitán en el Parla, donde brillaba por su capacidad de liderazgo.

Con 39 años vivió su primera aventura como segundo de Calero en el Atlético Pinto, en el grupo 7 de Tercera División. Llegaron cuando el equipo era colista (un punto en la seis primeras jornadas) y lo salvaron. Quedaron en el puesto 12º. En 2016 tuvo su única experiencia como primer entrenador, en el Parla, pero no funcionó. Desde entonces ya no se separó de Calero en el Rayo Majadahonda, Burgos, Cartagena y ahora en el Levante para las dos próximas temporadas.

Roberto Ovejero no entiende las cosas "sin trabajo y esfuerzo"

Roberto Ovejero (Madrid, 02/10/1974) empezó su carrera deportiva en Tercera División y pasó por varios equipos: Parla, Móstoles y San Fernando. También por las categorías inferiores del Atlético de Madrid (estuvo en el División de Honor y en el Atleti B) y en las del Real Madrid, siendo el preparador del Juvenil de División de Honor. “No entiendo las cosas sin trabajo y esfuerzo” es el lema que resume la filosofía de trabajo del nuevo preparador físico del Levante.

Antes de ir al Real Oviedo de Fernando Hierro, con Julián Calero como segundo, vivió una gran experiencia en Rusia siendo el preparador físico del Volga, donde también estaba el actual míster granota en el cuerpo técnico. En julio de 2017, el CF Fuenlabrada lo incorporó para ser el encargado de la parcela física de la plantilla de Antonio Calderón. En los proyectos en el Burgos y Cartagena, Ovejero caminó junto a Calero y Carmona. Un tridente indestructible y que ahora afronta un reto ilusionante en el Levante.

Roberto Ovejero, durante su etapa como preparador físico del Oviedo de Fernando Hierro (Foto: Real Oviedo).

La clave del despegue del Cartagena con Julián Calero

Una de las señas de identidad de la reacción espectacular del Cartagena fue que no sufriera ninguna lesión grave ni excesivamente prolongada. De hecho, Calero tuvo a todos los jugadores disponibles para el tramo más decisivo de la temporada, donde se consiguen los objetivos. Que no lamentaran ninguna lesión grave y disputara cada final por la salvación con todas sus armas es un trabajo que viene de lejos. Desde su llegada reiteró en la necesidad de incrementar la intensidad de los entrenamientos, subir las cargas de trabajo y situarlas en los niveles apropiados que marca la competición. Los entrenamientos fueron más largos y después del césped tocaba trabajo de gimnasio. Julián y sus hombres de confianza transformaron la fragilidad de la plantilla del Efesé en una salud de hierro.

Daniel Ayora sigue como entrenador de porteros

Julián Calero llega acompañando por Antonio Carmona y Roberto Ovejero y el resto de cuerpo técnico se irá configurando progresivamente con los profesionales de la casa. Una de esas figuras es la de entrenador de portero, una responsabilidad que seguirá recayendo en Daniel Ayora. Vivió su primera experiencia en el primer equipo, procedente del Atlético Levante, cuando Felipe Miñambres asumió las riendas en las últimas quince jornadas de la pasada temporada.

Daniel llegó al Levante UD en 2016 para formar parte del equipo de trabajo de la Cantera Granota y fue progresando por las diferentes categorías hasta llegar al filial levantinista, siendo parte importante en la evolución de guardametas formados en la cantera como Cárdenas, Pablo Cuñat o Álex Primo. Daniel Ayora ha conocido desde pequeño el sentimiento granota al ser nieto de Salvador Mut, portero del Levante UD a finales de la década de los 60.

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  1. Juan Valldaura

    Bienvenidos Julián Calero y su equipo. Trabajo tienen en abundancia. Estos jugadores desechan la primera parte. Juegan 20 minutos de la segunda y ya está. El portero tarda un siglo en sacar el balón. Le marcan gran cantidad de goles de cabeza, no saltan. El centro del campo no construye, retrasa el balón , no juegan adelante. no saben o no quieren jugar al contrataque. Juegan sin extremos en casa. Podría seguir, si Vds. no son capaces de cambiar la forma de jugar, fracasarán como los anteriores. Están en la comodidad, el poco esfuerzo, sin ganas de ganar .....etc......