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La pizarra de Julián Calero: sus líneas maestras en el Burgos y el Cartagena

Julián Calero completó tres temporadas de éxito en el Burgos (Foto: LALIGA).
Ismael Algarra

Julián Calero ha sido anunciado hoy como nuevo entrenador del Levante hasta 2026. Su presentación en sociedad ha sido con un guiño a la mortadela, protagonista de una de sus frases más célebres, pero detrás de eso hay mucho más y en ElDesmarque lo analizamos con detalle.

El Burgos de Julián Calero tenía una esencia reconocible con unos fundamentos que marcaban tendencia: priorizar el espacio al balón, defender siempre con un bloque bajo que ve el fútbol de cara y atacar de manera directa, saltando líneas, siendo agresivo en las ocasiones que generaba. Un equipo de autor, inicialmente con un esquema de tres centrales y dos carrileros, pero también con una línea de cuatro defensas, siendo el 1-4-2-3-1 el dibujo más utilizado.

Su Burgos vivía cómodo en un bloque cerca de su área; sin estar apenas por debajo en el marcador y con ello no verse obligado a remontar en exceso. Este dato habla muy bien de su capacidad competitiva. Un engranaje que sabía manejarse con el marcador igualado. Cuando se ponía por delante, gestionaba la renta a la perfección para llevarse los tres puntos. Un bloque compacto, con las líneas muy juntas, teniendo el dato más bajo de la categoría en profundidad posicional, con distancias muy cortas entre su jugador más adelantado y el más retrasado. Y no les importaba hundir a su delantero referencia en el bloque para que dificultara la circulación lado a lado del rival. Todos currando por el equipo.

Julián Calero, durante una de sus conferencias de prensa en el Burgos (Foto: Burgos CF)

'Churripi', Elgezabal y Aitor Córdoba, la extensión de Julián Calero

En la defensa de su área, el Burgos de Calero, aunque le generaban un alto número de aproximaciones, era un equipo que permitía las peores situaciones de finalización para los rivales, obligándoles a abusar de los disparos de larga distancia, siendo uno de los equipos con mayor porcentaje de disparos bloqueados de la categoría. En estos argumentos defensivos brillaron su guardameta, 'Churripi' José Antonio Caro y los centrales Unai Elgezabal y Aitor Córdoba. Los tres acaban contrato el próximo 30 de junio. El Burgos era un equipo que no le preocupaba tener uno de los ratios más bajos de posesión y, por tanto, no llevar la iniciativa de juego. Brillaba por ser un bloque que trataba de minimizar pérdidas en zonas comprometidas y saltaba líneas buscando el juego directo con uno de los porcentajes mayores de pases largos.

Sin duda, otra de las claves del éxito del Burgos de Julián Calero era la rentabilidad de sus goles, con una mayor productividad por posesión. Aunque no marcaba en exceso… encajaba todavía menos. En la última temporada de Calero en Burgos (2022/2023), en el aspecto ofensivo, sobresalieron Álex Bermejo, referente en las acciones de alto impacto, Gaspar Ramos y, sobre todo, Curro Sánchez, que llegó libre en 2022 de la UD Almería para firmar por dos temporadas. El rendimiento de Curro durante estos dos años ha sido superlativo, consagrándose como uno de los mejores jugadores de LaLiga Hypermotion. Una explosión que le ha servido para colarse en el radar de varios equipos de Primera División y de prácticamente toda la Segunda División, siendo el Cádiz de Paco López el mejor posicionado para incorporar al onubense.

Así anunció el Burgos CF el adiós de Julián Calero después de tres temporadas (Foto: Burgos CF)

Ascenso, permanencia e histórico liderato

Calero estuvo tres temporadas en El Plantío. El 30 de junio de 2020 se hizo oficial su contratación como entrenador del Burgos CF en Segunda División B tras en cese de José María Salmerón. Fue una temporada complicada en el aspecto económico, pero de matrícula de honor en el césped, rubricada con el ascenso con un gol de Saúl Berjón, su gran referencia, en el minuto 108 de la prórroga ante el filial del Athletic Club en la final de la fase de ascenso disputada en el Francisco de la Hera de Almendralejo.

Una de las mayores dificultades la vivió Julián Calero en primera persona, ya que no pudo sentarse en el banquillo durante la primera vuelta, ni él, ni su cuerpo técnico, debido a que el club no cumplió con el contrato en lo económico con el anterior entrenador. Fue duro, pero se aislaron de todo hasta lograr el regreso a Segunda División después de 20 años. 

En las dos campañas siguientes, Calero consiguió mantener al Burgos en el segundo escalón del fútbol profesional en la 2021/2022 y en la 2022/20223 colocó al equipo durante gran parte de la competición en la zona alta de la clasificación, aunque al término de la temporada no continuaría en el conjunto burgalés. El 1 de noviembre de 2022, los hombres de Julián Calero se encaramaron a lo más alto de la tabla clasificatoria 46 años después tras imponerse 0-2 a la UD Las Palmas, con 27 puntos en 14 partidos disputados.

Julián Calero cogió las riendas del Cartagena a finales de septiembre de 2023 con tres puntos de 21 (Foto: LALIGA).

Julián Calero, un ídolo en Cartagena

El nuevo técnico del Levante será recordado en el tiempo en Cartagena. Llegó el 25 de septiembre de 2023 en sustitución de Víctor Sánchez del Amo, con el conjunto albinegro colista en Segunda y con tres puntos de 21 en el casillero. Firmó hasta final de temporada, acompañado de Antonio Carmona, segundo entrenador, y Roberto Ovejero como preparador físico. Pese a que en su inicio no consiguió enderezar la situación (encadenó diez jornadas sin ganar, con seis empates y cuatro derrotas) siguieron confiando en él. Desde su presentación, el entrenador de Parla tenía claro que sus jugadores iban a dar guerra, que iban a levantarse y que los resultados se verían a largo plazo. Dicho y hecho... con un 2024 espectacular.

Desde que llegó, Calero intentó poner en práctica unos patrones de juego muy definidos, con el propósito de que los futbolistas supieran qué hacer con el balón en el momento que lo recibieran. Unos hábitos sobre el verde que, con paciencia y convencimiento, dieron efecto. Sobre todo fueron muy visibles en el Levante-Cartagena en el Ciutat; ese 0-1 que hundió las ilusiones de play-off granotas y dieron la permanencia virtual al Efesé.

Musto, Alarcón y Andy, sus intocables en el Efesé

Con la competición en juego, Julián elevó los niveles físicos de su equipo hasta llevarlos algo por encima de la media de la competición. En juego, probó con algún sistema alternativo como el 1-4-4-2, pero pronto encontró la seguridad en los suyos jugando en una 1-4-5-1 en defensa que se transformaba en una 1-4-3-3 en ataque. Siempre con el propósito de cortar la sangría defensiva que sufría el equipo.

Sobre el césped, el trivote formado por Musto (contención y músculo), Alarcón (trabajo y recorrido) y Andy (trabajo y calidad en pase) le sirvió para mantener al equipo bien estructurado. Eran sus intocables, su columna vertebral. Arriba varió con lo que pudo, utilizando a un '9' más puro como Alfredo Ortuño y otro con más movilidad y calidad como Darío Poveda. Por una de las bandas utilizaba a Jairo, y por la otra (como falso extremo/interior) a Luis Muñoz, con recorrido arriba y sacrificio para ayudar en defensa.

Julián Calero, en el banquillo del Cartagena, durante su triunfo en el Ciutat de València (Foto: LALIGA)

El crecimiento de sus centrales y los problemas de gol

La apuesta por el doble lateral también fue utilizada por Calero en algunas situaciones puntuales, según el rival, colocando, en la derecha, a su hijo Iván más adelantado y a Diego Moreno en la retaguardia. Por la izquierda, en ocasiones, Jairo también se incrustaba para defensivamente apoyar en transición a Fontán. En el eje de la defensa sacaba todo el jugo posible a la apuesta de dos centrales altos y experimentados. En aquel Levante-Cartagena jugaron Kiko Olivas y Alcalá, aunque también se apoyó en Gonzalo Verdú. Tras una primera vuelta casi para olvidar, los centrales cogieron una seguridad y contundencia apabullante.

Lo que más le costó fue encontrar la fórmula del gol con los mimbres que tenía en el vestuario del Cartagena. La ausencia de pegada era evidente y en las últimas jornadas, solamente aparecía desde el balón parado (con el guante de Andy para colgar balones al área) o de centros laterales con remate posterior.

Calero, con Paco Belmonte y Manuel Sánchez Breis, presidente y director deportivo del Cartagena (Foto: FC Cartagena).

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