Julián Calero y Felipe Miñambres transmitieron una sintonía absoluta en su primera comparecencia conjunta, aprovechando la presentación del técnico madrileño para las dos próximas temporadas. Ambos son conscientes de que en esa construcción de esa plantilla lo más "competitiva posible", con esa "puntada de hilo" que pretenden dar, hay una realidad económica que obliga a que todos los jugadores tengan el cartel de 'en venta’.
Para el director deportivo, "nadie en los clubes es imprescindible", salvo un caso: "el de Iago Aspas en el Celta". "Los jugadores se renuevan, lo que quedan son los clubes, la afición, la esencia del club. Aquí pasamos todos y tratamos de dejar el mejor legado posible. Lo más importante es lo que queda. El fútbol se trata de ilusionarse cada día y eso lo dan los jugadores. Aquí somos de clubes y a los jugadores, mientras estén con nosotros, los vamos a defender y vamos a sacarle lo mejor posible. Ningún traspaso puede generar en terremoto”, radiografió Miñambres.
El 30 de junio es una fecha señalada en rojo en el calendario por esa necesidad de venta, y la maquinaria lleva semanas activada "con un par de operaciones que esperamos poder concretar", como así reconoció Felipe. "Estamos en negociaciones para la venta de algún jugador. Esperábamos haberla fructificado la semana pasada, pero no pudo ser. Esperamos ponernos de acuerdo y que se pueda hacer. El tema de los 4 o 4,5 millones de euros tiene que ver más con el tema de cuadrar el presupuesto que por el Fair Play Financiero. Tenemos que hacer unas ventas antes del 30 de junio, pero es muy complicado. Hay pocas compras, generalmente todo el mundo aguanta y no es fácil. Tenemos alguna propuesta por algún jugador e intentaremos cerrarla”, explicó el director deportivo.
Un escenario que podría ser suficiente para ese equilibrio presupuestario que se persigue, pero “también queremos hacer todo lo posible para aumentar ingresos y tener mayor capacidad económica”. “Hay jugadores por los que se han interesado de aquí y del extranjero”, añadió el director deportivo.
Felipe también fue cuestionado por los regresos de Iborra y Morales e hizo hincapié, sobre todo, a que ellos le dan mucho más valor “al sentimiento de vestir la camiseta del Levante que al tema económico”. “Estamos en las primeras fases del mercado y vamos a pelear para que se pueda lograr”, puntualizó Miñambres, consciente también de las reglas de juego que hay que cumplir.
Sobre la llegada de Julián Calero, Felipe Miñambres reconoció que había sido "una negociación más larga de lo esperado, pero fácil" y agradeció que se decidiera por el Levante, incluso teniendo ofertas "económicamente mejores". "Estamos muy contentos e ilusionados por la llegada de Julián. Cuando todas las partes tienen claro que teníamos que unir caminos para conseguir los objetivos es más fácil. Tenía ofertas económicamente mejores que las nuestra y quizá con otras perspectivas, pero el corazón le ha hecho llegar aquí”, manifestó Felipe en el inicio de la presentación de Calero, antes de que el propio técnico mostrara sus primeras sensaciones.
Igualmente, paralelamente a la negociación para la llegada de Calero hasta 2026, el técnico y el director deportivo ya empezaron a esbozar el proyecto, tanto posibles entradas como salidas, y conscientes de las restricciones económicas con las que deben moverse en un mercado lento, pero con el propósito de dar en la clave y confeccionar una plantilla competitiva con la que se sienta orgullosa la afición.
“Hay alguno apalabrado y él los conoce (señalando a Calero). No era necesaria la presentación para avanzar en estos temas. El año pasado hubo muchos más cambios. Del centro del campo para adelante tenemos jugadores con contrato y en defensa habrá que fichar. No creo que este mercado sea parecido, iremos más lentos y hay menos posiciones. Vamos a tratar de dar puntada con hilo. A medida que avanza el mercado lleva un ritmo... No estamos para ir ahora al mercado, pero llegan las rebajas en todos los sitios y seguro que hay buenas posibilidades porque hay buenos jugadores en el mercado”, insistió Felipe, sabedor también, por supuesto, que la operación salida marcará el ritmo.