Julián Calero quiere combinar "el Levante de Ballesteros" con "esa clase del equipo de Paco López"

Desde que el lunes llegara a València en AVE, siempre acompañado de sus escuderos Antonio Carmona (segundo entrenador) y Roberto Ovejero (preparador físico), el semblante de satisfacción, orgullo y ambición, con humildad, brilla en el mensaje de un Julián Calero que se empapa a toda velocidad de levantinismo. Sobre el césped del campo principal de la Ciudad Deportiva de Buñol, el epicentro de su nuevo entorno de trabajo, Calero insistió en esa sensaciones que expuso en su presentación y trasladó el propósito claro de recuperar “ciertos valores históricos” del club y combinar el estilo de juego del Levante de Sergio Ballesteros, esa versión de garra y entrega, con la “clase del equipo” que dirigió Paco López.

“Quiero recuperar ciertos valores del Levante históricos, de ese Levante de Ballesteros y de ese Ciutat muy difícil, combativo, de pelea y trabajo, y combinarlo con esa clase del equipo de Paco López, con esa historia que ha tenido. Me gustaría generar una identidad bonita en la que el aficionado se vea reflejado y recuperar valores, que creo que son muy importantes, en cuanto a la competitividad y al ADN que tiene el Levante”, explicó en una entrevista en los medios oficiales del club.

"Me gustaría generar una identidad bonita en la que el aficionado se vea reflejado y recuperar valores, que creo que son muy importantes, en cuanto a la competitividad y al ADN que tiene el Levante"

Julián Calero y las redes sociales

Calero, técnico del Levante las dos próximas temporadas, admitió que ha sentido que su llegada a València ha tenido una “aceptación muy buena” y que está dispuesto a “renovar las ilusiones” de la afición y del club. “Es el mensaje que voy a transmitir: renovar las ilusiones desde la humildad y la ambición. Creo que es bueno que empecemos con buen pie todos, que la afición va a ver una nueva dinámica, ni mejor ni peor”, comentó. “Me quité las redes sociales hace siete años, pero no hay que vivir de espaldas al mundo y tengo gente que me echa una mano porque uno no quiere vivir en la ignorancia”, remarcó el entrenador madrileño.

También tuvo palabras de admiración hacia su nueva casa, hacia un Ciutat de València que le traslada “un contexto” de Primera División. Una sensación que vivió en dos momentos señalados como rival y con resultados opuestos: en el último ascenso del Levante con el gol de Postigo al Real Oviedo, en cuyo cuerpo técnico estaba Julián como segundo de Fernando Hierro, y más recientemente, en su triunfo de la temporada pasada con el Cartagena, que hundió las esperanzas granotas de play-off y allanó la permanencia del Efesé. 

La exigencia y la comprensión del Ciutat de València

Además, Julián Calero no quiso hablar ahora de los objetivos para la temporada 2024/25 y asumió sin problemas la exigencia que va a tener desde la grada del Ciutat de València. “Como hables de objetivos muy altivos en el mes de julio lo mismo en diciembre estás llorando. Debemos tener la humildad de un equipo pequeño y la ambición de un equipo grande. Claro que es un público exigente. Nos tienen que exigir porque nos empuja a dar más de nosotros. No está reñida la exigencia con ser comprensivo cuando haya momentos malos y de dificultad y ahí necesitas también a tu gente. Vamos a intentar estar unidos, por el mismo camino y lo vamos a conseguir. Y reitero que todo va a salir bien si somos capaces de unir la fuerza del Ciutat con el trabajo del día a día y la fuerza de nuestra ciudad", finalizó Julián.