Carlos Aranda, exjugador de Sevilla, Zaragoza, Las Palmas y Numancia, entre otros, se ha visto envuelto en una polémica al ser arrestado por su presunta implicación en una reyerta con botellas y puñetazos en las puertas de una discoteca de Málaga. Tres personas resultaron heridas y el propio Aranda acabó en los calabozos horas después.
Aranda, que dejó el Numancia hace unas semanas por sentir añoranza de su familia, se presentó en la Comisaría Provincial de Málaga una vez que supo que será buscado por la Policía por un presunto delito de lesiones. Según las versiones, la pelea se produjo sobre las 7.00 horas y varias patrullas tuvieron que desplazarse después de un aviso al 091 y uno de los afectados reconoció a Aranda como uno de los agresores.
Otros dos de los heridos fueron trasladados al hospital Clínico Universitario y la Policía identificó a otro de los supuestos agresores, uno de los acompañantes de Aranda. El jugador declaró que no había salido con este grupo de amigos, pero la Policía consideró que existen indicios para detener a Aranda por una infracción penal.
No es la primera vez que Aranda se ve envuelto en un tema delicado y en un proceso judicial, ya que hay otra causa abierta por un presunto delito de blanqueo de capitales por narcotráfico. De hecho, hace unos meses tuvo que abonar casi 350.000 euros, como avanzó ABC, de una fianza.