José Sepulcre ha dimitido esta tarde como presidente del Elche durante la reunión que ha celebrado la Fundación del Elche, entidad máxima accionista del club, según ha anunciado a los medios de comunicación Mercedes Alonso, alcaldesa de la ciudad.
Alonso, que ha acudido a la cumbre como patrona en representación del Ayuntamiento, ha agradecido al ya expresidente el "esfuerzo" para dejar paso a la alternativa que lidera el empresario valenciano Juan Anguix, y ha recordado que con Sepulcre se logró el éxito del ascenso a Primera. "Con él cumplimos un sueño y ahora se deja esto con tal de que salga todo bien", dijo Alonso, quien también anunció la salida de la entidad de Antonio Rocamora, secretario general del club. "La decisión se ha tomado por unanimidad, no ha habido personalismos y se ha hecho todo por bien del Elche", agregó. La alcaldesa también ha agradecido a Anguix que haya tenido "altura de miras" y confirmó que el empresario le ha mostrado un aval por valor de cinco millones de euros para saldar la deuda con Hacienda, principal problema del Elche. "Vamos por el buen camino porque el pago de esa deuda salvaría al club", explicó la alcaldesa, quien anunció que permanecerán tres de los actuales consejeros, si bien el órgano rector ampliará su número hasta nueve con nuevos dirigentes que llegarán de la mano de Juan Anguix. Mercedes Alonso indicó que a partir de ahora comienza un periodo de transición en el Elche y anunció que mañana será la representante de la Fundación del Elche en la junta extraordinaria de accionistas, en la que se nombrará a los nuevos consejeros. José Sepulcre, quien pone fin a nueve años de mandato, no ha querido hacer declaraciones. En los exteriores del estadio, casi un millar de aficionados han celebrado con cánticos y petardos la noticia del adiós del presidente, muy cuestionado desde hace meses por el entorno del club. El Elche se encuentra en una situación económica crítica, con una deuda de 40 millones, sin pagar dos mensualidades a empleados y jugadores, con varios expedientes abiertos en la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y la amenaza de expulsión de la élite por deudas con Hacienda.