La huelga del fútbol aprobada por la Federación Española de Fútbol (RFEF) y por la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), que se iniciará en todas las competiciones a partir del 16 de mayo, amenaza a la penúltima jornada de la Liga BBVA, clave en la definición del título por el encuentro que deben disputar Atlético de Madrid y Barcelona.
Esa será la principal consecuencia de una decisión que puede aplazar el nombre del campeón después de más de nueve meses de competición. Real Madrid y Barcelona, separados actualmente por dos puntos en la clasificación, aún tienen cuentas pendientes que dirimir.
Antes del fin de semana del 16 de mayo hay otra jornada que se disputará este fin de semana. El cuadro de Carlo Ancelotti tiene que recibir al Valencia en el estadio Santiago Bernabéu y una derrota blanca sumada a una victoria de su máximo rival en el Camp Nou ante la Real Sociedad, restaría algo de emoción a unos partidos cuya disputa corre peligro.
Otros equipos, con otras cosas en juego, también podrían tener que aplazar la resolución de sus objetivos. Encuentros por el descenso como el Deportivo-Levante, el Getafe-Eibar, el Sevilla-Almería o el Real Sociedad-Granada, podrían no jugarse en la fecha prevista, el domingo 17 de mayo.
No es la primera huelga que amenaza al fútbol español. La última huelga se organizó en agosto de 2011 e impidió la apertura del campeonato de Primera y Segunda División.
En aquella ocasión, la convocó la AFE por las deudas de los clubes con los jugadores y, tras dos semanas de negociación con la Liga de Fútbol Profesional (LFP), se llegó a un acuerdo para crear un fondo salarial con el que ambas partes quedaron satisfechas.
La primera jornada, que no se pudo disputar, pasó a ser la última de la competición. Ahora, cuatro años después, la huelga regresa a todas las competiciones, de forma indefinida, como declaró en un comunicado la RFEF, pero con más protagonistas implicados.
En esta ocasión, fue la AFE la que llevó la propuesta a la junta directiva de la Federación que preside Ángel María Villar. La causa, el Real Decreto Ley aprobado en Consejo de Ministros el pasado 30 de abril que regula la venta centralizada de los derechos televisivos del fútbol profesional.
La principal queja del sindicato de futbolistas reside en el reparto global de las cantidades entre los equipos de Primera y Segunda División, que, según indica, aumentará las diferencias salariales entre los futbolistas de las dos categorías.
El Decreto Ley aprobado fija que el noventa por ciento de los ingresos sean destinados a equipos de Primera División y el diez restante a los de Segunda. La AFE puso algún ejemplo a seguir, como el reparto en Francia, en el que la cuota entre una y otra categoría es del 65 por ciento y del 35 en la Ligue 1 y en la Ligue 2, respectivamente.
La AFE tampoco está de acuerdo con otra parte del Decreto Ley, que contempla que el uno por ciento de los ingresos por los derechos televisivos vayan destinados a deportistas de elite que no son futbolistas, mientras que en otras ligas, el porcentaje que solo se destina al sindicato de futbolistas es mayor.
La organización que preside Luis Rubiales expuso hoy en la junta directiva de la Federación su intención de llevar a cabo la huelga en el fútbol si no se llevaba a cabo una modificación del Real Decreto Ley. Tras la reunión entre ambas partes, la RFEF emitió un comunicado en el que anunciaban la suspensión de la competición a partir del ya citado 16 de mayo.
Para la Federación, el Real Decreto Ley debería ser modificado y, mediante un comunicado, expresó su desacuerdo, entre otros puntos, con el reparto del 4'55% procedente de las quinielas, las consecuencias de la Ley de Emprendedores o las inspecciones de la Agencia Tributaria y de la Seguridad Social a los clubes de fútbol aficionados.
Además, la Federación se ha quejado por la "actitud irrespetuosa" que ha recibido por parte del Gobierno de España y de la falta de información sobre los datos del Real Decreto Ley. "Tan sólo en el último momento se nos ofreció una información parcial sobre una mínima parte de datos", resalta en un comunicado.
Figuras como Lionel Messi se han posicionado sobre la huelga. El argentino, en la víspera del partido ante el Bayern de Múnich, declaró estar junto a la AFE en todo lo que ésta decida.
Una vez tomada la decisión de ir a la huelga, el Consejo Superior de Deportes (CSD) reaccionó pidiendo "altura de miras" y no confundir a la opinión pública con "falsas reivindicaciones" de la RFEF, a la que reclamó que dejara de poner excusas porque su interés es "no devolver dinero público no justificado y no someterse a las auditorías a los que obliga la ley".
El aficionado esperará diez días para que se resuelva un conflicto que parece duro. La RFEF y la AFE se enfrenta contra un decreto que apoyan el Gobierno, el CSD y la LFP. Si todo sigue igual, el Atlético de Madrid-Barcelona que puede decidir un título, estará en peligro.