El Sevilla buscará este miércoles en la final de la Liga Europa, que disputará en Varsovia ante el Dnipro ucraniano, su cuarto título en este torneo -antigua Copa de la UEFA- y convertirse así en el 'rey' de la competición al ser el único del continente que acumularía cuatro trofeos de campeón.
El Sevilla logró hace un año en Turín (Italia) su tercer título, al superar al Benfica de Lisboa en una tanda de penaltis tras un partido que acabó 0-0, y entró en un selecto club de equipos que poseen tres copas de campeón de este segundo torneo europeo.
Los otros tres conjuntos con tres entorchados son el Liverpool inglés, que los ganó en 1973, 1976 y 2001; y dos italianos, el Juventus de Turín (1977, 1990, 1993); y el Inter de Milán (1991, 1994, 1998).
Además, el equipo que entrena Unai Emery, desde mediada la campaña 2012-13, también ansía en la capital polaca seguir la inmaculada racha de triunfos en las finales que ha disputado en su historia reciente, que han sido cinco, tres de la Liga Europa y dos de la Copa del Rey, en las que acabó campeón en todas.
El equipo hispalense sufrió una sequía de varias décadas de títulos -el último se remontaba a una Copa de España lograda en la campaña 1947-48 tras ganarle al Celta 4-1 en Chamartín-, ya que posteriormente jugó otras dos finales de este torneo y las perdió, en la 1954-55 ante el Athletic Club por 1-0 en el Bernabéu y en la 61-62 por 2-1 frente al Real Madrid, también en el campo madridista.
A partir de ahí, el club andaluz tardó 44 años en plantarse en un nueva final, pero con la entrada del siglo XXI ha sido periódica la disputa de títulos, lo que le ha dado un nombre en Europa al lograr siete: cuatro europeos y tres nacionales.
Fue en mayo de 2006 cuando accedió a la de la Copa de la UEFA -ahora Liga Europa- tras superar en las semifinales al Schalke'04 después de un empate a cero en Alemania y un 1-0 logrado en la vuelta del Ramón Sánchez Pizjuán, un partido disputado en plena Feria de Abril que pasó a la historia sevillista con el tanto en la prórroga del malogrado Antonio Puerta.
La final se disputó el 10 de mayo en Eindhoven (Holanda) ante el Middlesbrough inglés y el equipo entrenado por Juande Ramos se impuso por un rotundo 4-0 (goles del brasileño Luis Fabiano, el malí Frederic Kanouté y doblete del italiano Enzo Maresca), con lo que el club, ya centenario, logró el primer título continental de su historia.
En la campaña siguiente, los sevillistas, también dirigidos por el técnico manchego, llegaron otra vez a las semifinales y en esta ocasión se emparejaron con Osasuna, frente al que perdieron en Pamplona por 1-0 y al que ganaron en la capital andaluza por 2-0.
La nueva y consecutiva final hizo coincidir a dos equipos españoles, pues el Sevilla se midió al Espanyol en Glasgow, donde tras un empate a uno en los noventa minutos se dio paso a la prórroga, que acabó con empate a dos, y a una tanda de lanzamientos desde el punto de penalti que se decidió a favor de los hispalenses gracias a la gran actuación del meta Andrés Palop.
Unai Emery iguala ahora a Junde Ramos al clasificarse para dos finales consecutivas de este torneo tras la jugada y ganada el 14 de mayo del pasado año en el Juventus Stadium, a la que llegó siete ejercicios después y tras superar al Valencia en la semifinal con un 2-0 logrado en la ida del Sánchez Pizjuán y el 3-1 encajado en la vuelta del estadio Mestalla, con gol en la prolongación obra del centrocampista camerunés Stéphane M'Bia que decantó la eliminatoria.
En este curso, ha llegado al último partido de la Liga Europa de una manera rotunda, al superar al Fiorentina italiano después de ganar en Sevilla por 3-0 y firmar su pasaporte a Varsovia con otro rotundo 0-2 en Florencia.
Las otras dos finales en este período han sido de la Copa del Rey, la disputada el 23 de junio de 2007 en el Santiago Bernabéu ante el Getafe, con un 1-0 marcado por Kanouté; y la del 19 de mayo de 2010, que se jugó en el Camp Nou y el Sevilla, con Antonio Álvarez en el banquillo tras la destitución de Manolo Jiménez, se impuso por 2-0 al Atlético de Madrid con goles de Diego Capel y Jesús Navas.
Derivados de estos cinco títulos, el Sevilla ha disputado además dos Supercopas de España y otras tres de Europa, aunque aquí la suerte no ha sido la misma y ganó dos y perdió tres.
La primera fue en el verano de 2006 en Mónaco ante el campeón de la Liga de Campeones de esa edición, el Barcelona, y el Sevilla se la adjudicó por un contundente 3-0.
El siguiente intento de título en la Supercopa de Europa llegó al verano siguiente, también en Mónaco, pero en esa ocasión cayó ante el AC Milan italiano por 3-1, en una final condicionada por la convulsión que supuso en el seno sevillista la reciente muerte de Antonio Puerta, mientras que el pasado verano fue el tercero, tras ganar en Turín, y se midió al Real Madrid en la ciudad galesa de Cardiff, donde perdió por 2-0.
En la Supercopa de España de 2007, los hispalenses se llevaron el título ante el Real Madrid tras un 1-0 en el Sánchez Pizjuán y un sorprendente 3-5 en el Bernabéu con dos goles del brasileño Renato Dirnei y triplete de Kanouté.
En la otra, en agosto de 2010 ante el Barcelona, el Sevilla ganó en la ida como local por 3-1 y perdió una semana después en el Camp Nou por 4-0, con lo que el título cayó del lado azulgrana.
Ahora llega una nueva cita para guardar en la historia sevillista y en esta ocasión con la gran oportunidad de liderar en solitario una clasificación de su torneo favorito, la de ser el único que lo ha ganado cuatro veces.