La concejala de Urbanismo en el Ayuntamiento de Vigo, María José Caride, ha negado este lunes una motivación política en las alegaciones presentadas a la modificación del plan general de Mos respecto a la parcela elegida para la nueva Ciudad Deportiva del Celta, que prevé albergar un centro comercial.Caride ha comparecido en rueda de prensa después de que lo hiciera el presidente del Celta, Carlos Mouriño, para justificar la presentación de dichas alegaciones, que se apoyan, ha dicho, en el criterio de técnicos municipales.
La edil de Urbanismo ha ofrecido "mano tendida" al Celta "para solventar todas las cuestiones donde haya discrepancia y donde se puedan resolver problemas de legalidad", ha dicho.
Ha recalcado que las alegaciones se han presentado en el momento en que la corporación viguesa tuvo conocimiento del proyecto, al publicitarlo la Xunta durante el periodo de exposición pública, y ha añadido que han actuado así "por lealtad institucional" y para "defender los intereses" de la ciudad.
"Si advertimos un problema y no lo comunicamos, no estaríamos siendo leales", ha esgrimido Caride, que ha aludido a perjuicios a la actividad comercial y al transporte, así como a la necesidad de obras para el abastecimiento de la ciudad deportiva y el centro comercial que tendría que acometer el Gobierno vigués.
Todo ello, ha abundado, "sin contrapartidas" para Vigo, como, por ejemplo, el cobro del IBI.
A ello ha añadido problemas de encaje legal, pues entiende que no ha lugar al cambio de calificación de 120.000 metros cuadrados de suelo de protección forestal para uso comercial.
Caride ha enfatizado que "la primera preocupación" del presidente del Celta "no debe ser un centro comercial sino la ciudad deportiva", en cuyo caso la entidad celeste tiene la "mano tendida" por parte del Gobierno local.
Algo que, ha afirmado, Carlos Mouriño "sabe", como también cuáles son los procedimientos para construir una superficie comercial.
"O eres propietario de un suelo clasificado o promueves una actuación o te presentas a un concurso. Esas son las vías", ha enumerado Caride, quien ha pedido "respeto" a las opiniones e intereses de todas las partes, siempre "dentro de la legalidad y atendiendo a intereses deportivos, no a intereses espurios".
Para eliminar "debates estériles" sobre dónde debe jugar el Celta, "lo mejor", ha afirmado Caride, es reducir el aforo del campo de la nueva ciudad deportiva del segundo equipo celeste, que con solo las tres gradas diseñadas tendría una capacidad para 11.000 espectadores frente a los 4.500 de las actuales instalaciones.
"A nada que se amplíe" con una cuarta grada y se mejoren las tres proyectadas, el aforo de ese campo en Mos se elevaría a unos 20.000 espectadores, ha recalcado la concejal de Urbanismo, quien ha añadido que "defender a Vigo es decidir que el Celta siga jugando en Balaídos".
"Si el Celta decide legítimamente ir a jugar a Mos, no tenemos más que decir. Si prefiere hacer su ciudad deportiva en Mos, lo puede hacer", ha admitido Caride, quien ha dicho sentirse "pasmada por la cantidad de cosas incorrectas" que dijo Carlos Mouriño en la rueda de prensa del mediodía.
Entre ellas, "que tienen un aval de la Xunta", en cuyo caso ha instado a "que lo muestren".