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Las grandes estrellas de la historia de LaLiga Santander

Casada con el fútbol y amante del deporte.

Puedes consultar libros, páginas webs o preguntar a cualquier persona del universo cuál es la mejor liga y todos coinciden en una cosa: que LaLiga Santander siempre ha sido, es y será la mejor liga del mundo. Es algo que no deja lugar a dudas. En la galaxia de la máxima categoría del fútbol español siempre han jugado las agrupaciones de estrellas más grandes que ha dado el balompié. Por ello, todo lo que vamos a disfrutar a continuación es mucho más que fútbol. Es LaLiga Santander.

Desde que se creó el campeonato, todos los grandes futbolistas han pasado por España, algunos llegando a hacer lo imposible por venir, poniéndose en rebeldía o realizando hechos impensables. Todo vale con tal de ser capaz de jugar en LaLiga Santander, que, además, si algo ha sabido es atraer a lo largo del tiempo a los mejores jugadores del mundo.

Ben Barek, Kubala, Di Stéfano, Cruyff, Maradona, Ronaldo, Zidane, Messi, Cristiano... y así hasta una lista interminable de futbolistas que han deleitado a propios y extraños.

Las primeras grandes estrellas

En los primeros años de LaLiga Santander contar con jugadores extranjeros y realizar grandes fichajes no era algo sencillo. De ahí que entre estas primeras grandes estrellas resalten varios futbolista españoles.

En 1930, y con sólo 18 años, Isidro Lángara Galarraga (Real Oviedo, 1930-1936 y 1946-1948) dejó el País Vasco para fichar por el Real Oviedo, equipo con el que triunfaría y del que se convertiría en uno de los jugadores más importantes de su historia. Fue el primer gran goleador de LaLiga Santander (281 goles en 220 partidos oficiales), siendo el máximo anotador durante tres temporadas consecutivas y llevando al cuadro asturiano al tercer puesto de la clasificación al término de la 35/36. La Guerra Civil frenó su meteórica carrera y, finamente, se marchó de España. Tras su paso por Argentina y México, regresó al Real Oviedo para jugar dos años más, en los que sumó 23 tantos en 29 partidos. Sin duda, el tiempo no hizo que perdiera su gran olfato goleador.

De un goleador nacional a otro. Juan Arza Íñigo (Sevilla FC, 1943-1959), al que ficharon en Nervión del Málaga por 280.000 pesetas, un traspaso récord por entonces. Apodado el ‘Niño de Oro’, llevó al Sevilla FC a lograr la única liga de su historia (1946) y ser una leyenda para siempre. Destacó por su rapidez, su regate y una capacidad anotadora fuera de toda duda. Así lo prueban sus 204 tantos y que fue el máximo goleador del campeonato en 1955, cuando marcó 28 goles en 29 encuentros, dos más que Di Stéfano.

El primer gran fichaje de LaLiga Santander fue el de Larbi Ben Barek (Atlético de Madrid, 1948-1954) y la historia de cómo se produce es más que curiosa. El 6 de mayo de 1948, el Stade Français jugó un amistoso en Madrid ante el Atleti. La ‘Perla Negra’ volvió loca a la defensa colchonera y tuvieron claro que había que hacerse con sus servicios. Ese mismo año, el Atlético de Madrid pagó 17 millones de francos por Ben Barek, que ya tenía 31 años. Su calidad en la medular conquistó a todos desde el primer día y es considerado uno de los más grandes del club. Acompañado del sueco Henry Carlsson, que llegó en 1949, maravillaron al fútbol español, llenaron estadios y fueron claves para las dos ligas consecutivas que ganó el equipo rojiblanco (49/50 y 50/51).

Mención especial merece también uno de los porteros más reconocidos e importantes de nuestro campeonato doméstico: Carmelo Cedrún Ochandategui (Athletic Club, 1950-1964; y Espanyol 1964-1967). Cancerbero del club vasco durante 15 años (desde los 19 a los 32 años) en los que logró numerosos reconocimientos y títulos. Entre ellos, se proclamó campeón de LaLiga Santander en la temporada 55/56. Y es que el Athletic es una entidad con un historia peculiar, pues en su equipo sólo pueden estar futbolistas nacidos o formados en Euskal Herria.

Ese mismo año se produce un enorme fichaje para LaLiga Santander, el de Ladislao Kubala (FC Barcelona, 1950-1961), aunque debido a algunas trabas burocráticas no llegó a jugar hasta casi un año después. El héroe húngaro cambió por completo la historia del club catalán. Tanto, que dobló su masa social y se vio obligado a construir el Camp Nou para dejar atrás el viejo campo de Les Corts. El mito de los mitos para los culés, con permiso de Cruyff y Messi. Sus 194 goles en 256 partidos pusieron al FC Barcelona en el foco del fútbol nacional y europeo.

El FC Barcelona tenía a Kubala y el Real Madrid se lanzó a por Alfredo Di Stéfano (Real Madrid, 1953-1963; y Espanyol, 1964-1966). Ambas gloriosas estrellas protagonizaron una bonita y sana rivalidad durante todos los años que coincidieron en LaLiga Santander. La ‘Saeta Rubia', desde que llegó al conjunto blanco, se convirtió en un líder dentro y fuera del campo. Él lo hacía todo: atacaba, defendía y, además, marcaba goles. Muchos goles. 308 en 396 partidos para ser el gran comandante de unos de los mejores Real Madrid de la historia.

Gran ayuda recibió para ello Di Stéfano, en la recta final, de Ferenc Puskas (Real Madrid, 1958-1967), al que el Real Madrid rescató de su época de 'vacaciones' en la Riviera italiana. Allí se refugió durante más de un año cuando los tanques soviéticos entraron en Budapest. Nada de esto impidió que el cuadro madridista se lanzara a por el húngaro y lo contratara a pesar de sus 31 años. El tiempo demostró que no estaban equivocados. Puskas rompió todos los récords de anotación (242 goles en 262 partidos), ganándose el apodo de ‘Pancho’ o de ‘Cañoncito pum’ y logrando, entre otros títulos, cinco ligas.

Una de mitos

Si gloriosa fue la década de los 50 y los 60, no fue menos las de los 70-80: Cruyff, Kempes, Maradona, ‘Mágico’ González, Hugo Sánchez o Schuster llegaron a LaLiga Santander para deleitar al mundo entero. Jugadores con mucha clase, pero también con un fuerte carácter, mucha personalidad y una gran determinación sobre el terreno de juego.

Johan Cruyff (FC Barcelona, 1973-1978; y Levante UD, 1980-1981) fue el primero en recalar en el fútbol español en una época espléndida, llena de estrellas y campeones. El FC Barcelona logró hacerse con sus servicios tras unas duras negociaciones con el Ajax de Ámsterdam, convirtiéndose en el fichaje más caro hasta el momento (60 millones de pesetas). Es considerado como uno de los más grandes de todos los tiempos y en su época, prácticamente, no tenía rival: un jugador de una calidad suprema, inteligente y con un liderazgo tremendo.

Con su contratación, los culés buscaban salir de la pésima racha en la que estaban y 'El Flaco' no defraudó. Desde que debutó, el FC Barcelona, que iba penúltimo y llevaba 14 años sin ganar LaLiga Santander, se terminó proclamando campeón después de no volver a perder ningún partido.

Mario Alberto Kempes (Valencia CF, 1976-1981 y 1982-1984; y Hércules, 1984-1986) no era muy conocido en España, pero el Valencia apostó a lo grande y pagó por él 30 millones de pesetas a Rosario Central. Zurdo, alto, fuerte, con velocidad y con inteligencia para ver el pase al hueco. Un mediapunta con mucha llegada y gol que es ídolo en la capital del Turia y en Argentina, ya que fue el gran héroe de la albiceleste que ganó el Mundial del 78. Tampoco hay que olvidar que ‘El Matador’ fue clave para que el Hércules consiguiera la permanencia en la máxima categoría del fútbol español.

Curiosidades del destino o del halo y el poder de las enormes estrellas de LaLiga Santander, Cruyff, en su corta estancia en el Levante UD, vivió en un imponente chalet en la Urbanización Monte Alegre que antes había ocupado Kempes.

A Bernd Schuster (FC Barcelona, 1980-1988; Real Madrid, 1988-1990; y Atlético de Madrid, 1990-1993) el FC Barcelona lo ficha con 20 años y tras ser la gran revelación de la Eurocopa de Italia. Su etapa comenzó de la peor forma posible debido a una grave lesión. Eso sí, entre 1982 y 1984, su FC Barcelona y el de Maradona causó sensación. Juntos formaron una pareja de ensueño, aunque cuando el argentino abandonó Camp Barça, el 'Ángel Rubio' mostró su mejor versión y se fraguó un amplio palmarés. Desde el centro del campo mandaba, dirigía y era el responsable de tirar con maestría las faltas y los penaltis.

A pesar de su gran rendimiento, no llegó a renovar su contrato y se marchó con la carta de libertad, nada más y nada menos, que al eterno rival. Estuvo dos años en el gran Real Madrid de la 'Quinta del Buitre' ganando, entre otros títulos, dos ligas. De ahí se fue al Atlético de Madrid, donde también luchó por LaLiga Santander, aunque no la pudo ganar.

Ya mencionamos de lo bien que se entendió con Schuster, pero Diego Armando Maradona (FC Barcelona, 1982-1984; y Sevilla FC, 1992-1993) no lo tuvo nada sencillo en la entidad culé, que pagó a Boca Juniors 1.200 millones de pesetas por su fichaje. El astro argentino, que ya entonces era el mejor del mundo, tuvo que superar varias adversidades en forma de lesión. A pesar de ello, sus números fueron bastante buenos: el 'Pelusa' jugó 58 partidos y marcó 38 goles antes de irse al Nápoles, aunque más tarde regresaría a España para jugar una temporada en el Sevilla FC. Estuvo poco tiempo, pero dejó muestras de su enorme y exquisita calidad, grabando para siempre en la retina de todo el sevillismo que uno de los mejores de la historia defendió su escudo.

En la etapa de Maradona como azulgrana, había otro genio del fútbol que desplegaba magia y clase por el sur. Se trataba de Jorge Alberto ‘Mágico’ González (Cádiz CF, 1982-1985 y 1986-1991; y Real Valladolid, 1985), que se estrenó con el Cádiz el 5 de septiembre de 1982 y que en el verano del 84 hizo una gira con el Barça del ‘Pelusa’. A los 30 minutos de su debut el salvadoreño ya había marcado su primer gol y fue clave para el ascenso del equipo amarillo a LaLiga Santander, donde sumó 14 tantos en tan sólo 12 encuentros.

También hay que recordar su breve paso por el Real Valladolid, donde echó de menos su añorada Cádiz. Un Cádiz en el que también deseaban tenerlo de vuelta para disfrutar de nuevo de su amplio abanico de regates y filigranas, destacando por encima de todos la culebrita macheteada.

Mientras tanto, otro gran delantero recalaba en LaLiga Santander. El Atlético de Madrid se hacía con los servicios de Hugo Sánchez (Atlético de Madrid, 1981-1985; Real Madrid, 1985-1992; y Rayo Vallecano, 1993-1994), un ariete constante y de certera eficacia. Con los colchoneros ya fue pichichi y ganó sus primeros títulos en España.

En 1985, a través de un acuerdo con Pumas de por medio, el mejor futbolista mexicano de todos los tiempos fichó por el Real Madrid, donde coincidió con la famosa 'Quinta el Buitre' y logró cinco ligas consecutivas. Durante más de 20 años, obtuvo el título simbólico de ser el máximo goleador extranjero de LaLiga Santander, pero Messi se lo arrebató en 2014. Para el recuerdo, no sólo sus innumerables goles, sino la curiosa forma en la que los celebraba.

Los 90, época de magia

Comenzó la época de la expansión definitiva y ya por todo el planeta se conocía a LaLiga Santander como la 'Liga de las Estrellas'. Cada partido prometía espectáculo porque el listado de jugadores de élite suprema era tan interminable que cuesta seleccionar unos pocos para entender la gran dimensión de los futbolistas que competían en la máxima competición del balompié español: Ronaldo, Cafú, Rivaldo, Mostovoi, Bebeto, Valderrama, Suker, Finidi…

A Carlos Alberto Valderrama Palacios (Real Valladolid, 1991-1992) su gran Mundial del 90 con Colombia lo puso en el mapa de los grandes equipos y el Real Valladolid se lanzó a por él. Recaló en Pucela en 1991 para dejar destellos de su enorme calidad en una medular que controlaba y dominaba por completo.

Ese mismo año también llegó Davor Suker (Sevilla FC, 1991-1996; y Real Madrid, 1996-1999), ídolo para sevillistas y madridistas por su forma de desenvolverse en el área. El croata se ganó el cariño de todos por su buen hacer dentro y fuera del campo. Sus goles lo convirtieron en uno de los mejores delanteros del mundo y todo gracia a los numerosos y bellos tantos que logró en sus años en LaLiga Santander.

Algo que también ocurrió con Bebeto (RC Deportivo de La Coruña, 1992-1996; y Sevilla FC, 1996-1997) el abanderado del 'Super Dépor' que fue clave para que el club lograra el primer título de su historia y creciera a pasos agigantados. Un subcampeonato de LaLiga Santander y un trofeo de máximo goleador fueron algunas de las recompensas que obtuvo por los 118 goles que logró en 131 encuentros. Era un jugador brillante, con una inteligencia superior cuando estaba dentro del área. Ahí, Bebeto era mortal y no tenía piedad. A su gran efectividad de cara a puerta hay que sumar esa magia y samba brasileña que le añadía a todas las jugadas.

Uno de los grandes ídolos del deportivismo que se fue al Flamengo para en diciembre de 1996 fichar por el Sevilla FC a cambio de unos cuatro millones de euros. Jugó mucho, pero no marcó ningún gol y lo vendieron a final de temporada. Para Bebeto, nada como jugar en Riazor.

Uno de los muchos campeones del mundo que jugó en España fue Cafú (Real Zaragoza, 1995-1996), que es considerado uno de los mejores laterales derechos del planeta fútbol. Con 24 años y el título mundialista debajo del brazo, el brasileño aterrizó en uno de los mejores Real Zaragoza de la historia.

Cafú se fue de LaLiga Santander en 1996, pero numerosas estrellas recalaron en ella ese año. Ronaldo, Rivaldo, Mostovoi y Finidi llegaron para hacer crecer a sus respectivos equipos.

Ronaldo Luís Nazário de Lima (FC Barcelona, 1996-1997; y Real Madrid, 2002-2007). ¡Qué decir de ‘O Fenômeno’! Considerado por muchos el mejor delantero centro de todos los tiempos, aterrizó, tras unas duras negociaciones, en el FC Barcelona por 2.500 millones de pesetas (unos 15 millones de euross), la cifra más alta pagada por alguien en el fútbol español hasta aquel momento.

Estuvo una sola temporada como culé, pero fue capaz de anotar 34 goles en 37 partidos de LaLiga Santander. La mayoría fueron de una bella factura porque su velocidad, sus regates y su exquisita definición levantaban a todos de sus asientos. Eso sí, para obra de arte el extraordinario golazo que le marcó al Compostela, que es considerado uno de los mejores de toda la historia.

Varios años y tras graves lesiones, volvió a la ‘Liga de las Estrellas’ para jugar en el Real Madrid. 127 partidos en LaLiga Santander, 83 goles y 19 asistencias después, dejó el fútbol español uno de los más grandes.

A la vez que Ronaldo llegaba al FC Barcelona, su compatriota Rivaldo (RC Deportivo de La Coruña, 1996-1997; y FC Barcelona, 1997-2002) hizo lo propio en el Dépor, que pagó por él al Palmeiras 1.000 millones de pesetas (2,4 millones de euros), convirtiéndose, en aquel momento, en el fichaje más caro de la historia del club gallego. 21 tantos en 41 partidos en LaLiga Santander con el Deportivo le abrieron las puertas del FC Barcelona, donde marcó 86 más y ganó dos ligas.

Como la cosa siempre ha ido de rivalidades y de tener a los mejores, el Celta fichó a Aleksandr Mostovoi (RC Celta de Vigo, 1996-2004), que terminaría convirtiéndose en uno de los mejores futbolistas que defendió la elástica celeste en la época más dorada de un equipo en el que estaban Mazinho, Revivo, Makélélé, Gudelj, Gustavo López, Patxi Salinas o Karpin.

No le fueron nada mal las cosas a ese Celta, pero tampoco al Betis de Alfonso, Jarni y de Finidi George (Real Betis, 1996-2000; y RCD Mallorca, 2000-2001 y 2003-2004). El nigeriano se convirtió en ídolo verdiblanco por sus arrancadas por la banda, por su agilidad y esa infinita capacidad de regatear ayudado por sus largas piernas. Las celebraciones de sus goles con un sombrero y ademanes taurinos sólo hicieron aún más grande a ‘la sombra juguetona’.

130 partidos y 38 goles después, Finidi George se fue al RCD Mallorca, donde permaneció una temporada antes de ir a probar suerte por otros lares y regresar a LaLiga Santander, de nuevo al club mallorquín, para colgar las botas.

El siglo XXI, la era de Messi y Cristiano

La dinámica de que los más grades sólo querían estar en LaLiga Santander no cambió con el paso al siglo XXI. Al revés. Cada vez más y más jugadores querían estar en el centro futbolístico mundial y hoy en día siguen haciendo disfrutar a todos los amantes del balompié.

Lo de Amedeo Carboni (Valencia CF, 1997-2006) y el Valencia CF fue un amor a primera vista desde que unieron sus caminos. El lateral izquierdo de los títulos che. Un ganador nato y un jugador con carisma que dejó huella. Durante las nueve temporadas que estuvo, llevó al cuadro valencianista a lo más alto y a lograr, entre otros trofeos, dos veces LaLiga Santander (01/02 y 03/04).

El primer gran fichaje del nuevo siglo fue el de Zinedine Zidane (Real Madrid, 2001-2006), cuya contratación la empezó a forjar un año antes Florentino Pérez con esa famosa servilleta que le pasó preguntándole si quería jugar en el Real Madrid. Dicho y hecho. El 4 de julio de 2001 se convirtió en futbolista blanco previo pago a la Juventus de 76 millones de euros.

Nada más llegar se convirtió en ídolo del madridismo, que disfrutaba cada fin de semana de un equipo plagado de estrellas: Figo, Beckham, Ronaldo, Raúl, Roberto Carlos, Casillas… Un conjunto galáctico que tenía en Zidane a su líder, a su director de orquesta, a ese mago con una clase sin igual que deslumbraba con cada control, con cada toque que le daba a la pelota.

Zidane deslumbraba, pero tampoco se quedaba atrás el máximo exponente del Jogo Bonito y el futbolista de la eterna sonrisa: Ronaldinho (FC Barcelona, 2003-2008). Jugó durante cinco temporadas en el FC Barcelona y se ganó el reconocimiento internacional por parte de compañeros de profesión, periodistas y diferentes organismos futbolísticos gracias a su enorme técnica, su precisión, la espectacularidad de sus regates y goles.

El brasileño dejó un hecho histórico y nunca visto. Su primer gol en LaLiga Santander, un maravilloso disparo desde 25 metros, se celebró tanto y tan fuerte que los gritos de júbilo de los culés fueron registrados por los sismógrafos de Barcelona como si de un pequeño terremoto se tratase.

Los tantos de Diego Forlán (Villarreal, 2004-2007; y Atlético de Madrid, 2007-2011) no alteraron a los sismógrafos, pero bien podrían haberlo hecho. Sus goles en LaLiga Santander colocaron al Villarreal en los puestos altos de la clasificación e hicieron que hoy en día siga siendo el máximo anotador de la historia del club amarillo en el torneo liguero empatado con el italiano Giuseppe Rossi (54). Con 23 millones de euros por el medio, el uruguayo cambió el Villarreal por el Atlético de Madrid, donde siguió marcando tantos, superando registros y ganando reconocimientos.

Reconocimientos que tampoco le faltaron a Frédéric Kanouté (Sevilla FC, 2005-2012). Él y el Sevilla FC formaron una unión perfecta desde que Monchi decidió traérselo del Tottenham por 6,5 millones de euros. El gran líder e ídolo de una de las mejores etapas de la historia de la entidad de Nervión, con la que estuvo cerca de ganar la segunda liga de su historia. Goleador de los que siempre aparecía en las finales, un jugador con una clase exquisita que se veía reflejada en cada acción. 136 dianas para pasar a la historia del Sevilla y de LaLiga Santander.

Cuando Forlán aterrizó en LaLiga Santander un jovencísimo Lionel Andrés Messi Cuccittini (FC Barcelona, 2004-Actualidad) comenzó a hacer sus primeras apariciones, aunque la historia viene de lejos. El argentino despuntaba de niño en su país, pero tenía unos graves problemas de crecimiento que nadie se atrevía a costear. Nadie excepto el FC Barcelona, que a los 13 años se trajo a Leo a España, lo trató, lo cuidó y lo mimó para crecer juntos de la mano hasta convertirse en uno de los mejores jugadores de todos los tiempo y en el culé más laureado de la historia.

Ente sus numerosos y variados títulos hay que destacar las nueve ocasiones en las que ha alzado LaLiga Santander, casi nada para ese niño que debutó en octubre de 2004 -con 17 años y 14 días- y que poco a poco, sin prisa, pero sin pausa, se fue ganando minutos y el respeto de todos. Hoy en día nadie duda de él. Al revés. Todos disfrutan de este sensacional y único futbolista que posee una potencia descomunal y una capacidad innata para mantener el balón pegado a sus pies. Curiosamente, a sus pies se rinden desde hace años compañeros y rivales.

Hablando de rivales, ninguno como Cristiano Ronaldo dos Santos Aveiro (Real Madrid, 2009-2018). El portugués y el argentino llevan años luchando por ser cada temporada los números uno, protagonizando enfrentamientos para el recuerdo en cada partido de LaLiga Santander y en cada ‘Clásico’. Este curso no se repetirá, pero en sus nueve años en el Real Madrid el portugués batió todo tipo de registros, dejando claro, una vez más, que en la máxima categoría del fútbol español siempre juegan y compiten los mejores.

Cristiano Ronaldo se marchó habiendo logrando más goles (311) que partidos jugó en LaLiga Santander (292). Es un goleador sin igual, un futbolista con un físico portentoso que lo convierten en dinámico y veloz. Un líder nato que desborda a sus rivales y perfora porterías sin ningún tipo de piedad. Un jugador que no deja indiferente a nadie, alguien que costará mucho volver a ver.

Caso similar al de Messi es el de es el de Antoine Griezmann (Real Sociedad, 2009-2014; y Atlético de Madrid 2014-Actualidad). A pesar de realizar pruebas con varios clubes profesionales franceses, no fue capaz de colarse en ninguna de las categorías inferiores de los grandes equipos. Por suerte para el 'Principito', un ojeador de la Real Sociedad se fijó en él. De los 13 a los 18 años pasó por todas las categorías inferiores del club txuri-urdin hasta que en 2009 debutó con el primer equipo en LaLiga 1|2|3 y fue clave para su ascenso a LaLiga Santander. A partir de ahí, su carrera fue más meteórica aún.

Creció de la mano de la Real Sociedad hasta ser de los mejores del campeonato, algo que propició su fichaje por el Atlético de Madrid por unos 30 millones de euros. En la entidad rojiblanca ha luchado de tú a tú por el título de LaLiga Santander y se ha consagrado como unos de los mejores delanteros del mundo.

Los campeones del mundo de LaLiga Santander

Además de los mejores del planeta, LaLiga Santander ha sido un gran atractivo para jugadores que querían ponerse en el escaparate y rendir al máximo nivel para poder ser llamados para defender a su país. 88 futbolistas, en algún momento de su carrera, han sido campeones del mundo con sus respectivas selecciones y han pasado por nuestro campeonato doméstico. Algunos nombres seguro que se te vienen a la mente de forma rápida, pero hay más de una sorpresa.

Expandir v

Los españoles, barriendo para casa

LaLiga Santander no sólo ha sido capaz de contar siempre con los mejores jugadores de cada época, sino que también se ha encargado de cuidar a los suyos, respetarlos, reconocerlos y darle su lugar ante la llegada de tantos y tantos compañeros de otras nacionalidades.

Cientos de futbolistas españoles son conocidos mundialmente por sus brillantes y laureadas trayectorias: Lángara, Arza, Luis del Sol, Gento, Luis Suárez, Zarra, Santillana, Zamora, Amancio, Gordillo, Quini, Butragueño, Míchel, Hierro, Xavi, Raúl, Puyol, Sergio Ramos, Iniesta, Casillas, David Villa… y así hasta una larga lista que cuesta trabajo completar por la inmensa y enorme calidad del balompié nacional, que siempre ha cosechado éxitos y siempre los seguirá cosechando.

Una prueba de ello es lo que se ve en el día a día de las ciudades deportivas de los diferentes clubes de LaLiga Santander y LaLiga 1|2|3, donde cientos de niños y niñas se divierten aprendiendo y jugando a un deporte que les apasiona. Soñando que cualquier cosa es posible y que ellos pueden ser los nuevos ídolos del país.

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