El Cádiz CF, una pasión que late al 3x4
Por favor, indica por qué quieres reportar este vídeo:
¿Cómo no hablar de magia si Mágico es uno de sus mayores mitos? Con una mística distinta, la alegría por bandera y haciendo del Ramón de Carranza un templo vive el cadista. Porque así es el Cádiz, una especie de religión para los suyos. Y así lo ve el gaditano, que en el Gran Teatro Falla encuentra otro de los grandes santuarios de la Tacita de Plata. Fútbol y Carnaval. Pasión y arte. Tan distintos. Tan iguales. De la gente.
Y con su gente, y por ella, el Cádiz CF, un histórico en España, sueña con los pies en la tierra. El club amarillo se asienta en la categoría de plata con el objetivo a medio y largo plazo de regresar a LaLiga Santander. “Tenemos que ir paso a paso. Vamos, de momento, a consolidar al equipo en LaLiga 1|2|3. El mercado de invierno nos ha dado una visibilidad de equipo que ha dado un paso adelante. A partir de ahí, partido a partido y temporada a temporada”, comenta su presidente, Manuel Vizcaíno, quien afirma que el ascenso no es un reto personal, sino una meta de proyecto, “incluso estratégica”.
La competitividad, seña de LaLiga 1|2|3
Si algo caracteriza a LaLiga 1|2|3 es la confluencia de equipos históricos del fútbol español. Junto al Cádiz, clubes como el Deportivo de La Coruña, el Málaga o el Real Oviedo pelean por hacerse un hueco en la élite, haciendo de LaLiga 1|2|3 una de las categorías más atractivas y competitivas del panorama internacional, una lucha que se evidencia con el número de seguidores. “Hemos hecho una buena primera vuelta, teniendo en cuenta cómo empezamos y el nivel de los clubes, todos los que el año pasado y el anterior estaban en LaLiga Santander y también equipos de LaLiga 1|2|3, aunque con potencial de primera. La competitividad, no cabe duda, se refleja en la expectación que crea en la audiencia", asegura Vizcaíno, quien incide en que el nivel de los equipos desde un punto de vista histórico hace que la competición tenga un seguimiento increíble.
No obstante, y a pesar de la dificultad, el valor histórico del Cádiz, unido a la fidelidad de la afición, hace que la directiva tenga grabada a fuego la exigencia de crecer. Si es una constante ver teñidas de amarillo las gradas de Carranza, también lo es ver, semana tras semana, camisetas y bufandas amarillas por el resto de estadios de LaLiga 1|2|3. “Es el equipo, con Real Madrid y Barcelona, que tiene más dispersión de peñas a nivel nacional. Seguramente, es el que más aficionados de esas peñas diversifica por España en LaLiga 1|2|3. Tener una afición de primera hace que el equipo tenga que tender a eso más pronto que tarde”. Y en esa línea trabaja el Cádiz, como reconoce el presidente: "Cuando las cosas se hacen bien, los sueños se cumplen, como siempre hemos dicho, dijimos y decimos ahora. Y estoy seguro de que se van a cumplir".
Un Cádiz en buen posicionamiento… y crecimiento
“Yo no soy muy futbolera, ¿pero estos del Cádiz CF no son los que van siempre de amarillo, alegres, cantando…?”. De esta forma recuerda José Mata, gerente de la Fundación del Cádiz, la particular descripción de una mujer que se acercaba durante una Feria Internacional en Barcelona. Una anécdota que recoge parte de la esencia del conjunto cadista y que Mata pone en valor: “Creo que el Cádiz siempre ha estado en muy buen posicionamiento, pero creo que en los últimos años ha seguido creciendo. Y creo que ha sido también gracias a la labor de la afición, a esa deportividad que le caracteriza, ese buen humor que va como nota predominante...”.
Mata, que sabe lo que es vivir el cadismo desde dentro y en varias etapas, habla con orgullo de una afición que llena su propio estadio, da colorido a los que visita y se erige como un sostén fundamental para el equipo. En ese crecimiento del club resalta también el papel de LaLiga, tanto a nivel deportivo como de imagen: “Aporta muchísimo a los clubes, a la marca en sí. LaLiga somos todos. Se preocupa mucho de que los valores de cada club vayan cada vez a más. Se nota muchísimo cómo está participando de lleno con esa sinergia con los clubes y, al mismo tiempo, con las fundaciones. Se está preocupando de que la imagen siga creciendo, de que los campos no presenten malos aspectos... Y eso influye en la imagen positiva”. Algo que confirma también Manuel Vizcaíno: “LaLiga está trabajando muy bien en darnos visibilidad como liga, como división… Y eso, a clubes como el Cádiz, la verdad es que nos ayuda”.
Mágico, el regreso de un mito
Además de su expansión por el territorio nacional, el Cádiz también crece en el extranjero. Mata señala que, a pesar de no llegar a los más grandes niveles, el club tiene pequeñas cuotas de aficionados fuera de España con peñas internacionales que se reparten por distintos puntos del planeta. Y si un país en concreto tiene vinculación con el Cádiz es El Salvador, porque desde el territorio salvadoreño llegó un habilidoso delantero para unir su magia a la de Carranza y forjar una leyenda inmortal. Jorge Alberto González Barillas, ‘Mágico González’ es parte del club y, en general, de la ciudad.
Desde la distancia, el exfutbolista sigue siendo uno más para el cadismo. Y en julio de 2018 se produjo el ansiado reencuentro. Quince años después de su última visita a La Tacita de Plata, volvía a la ciudad para recibir un homenaje con un partido entre los veteranos del conjunto amarillo y el equipo 'Los Pachines', compuesto por los jugadores compatriotas que le acompañaban. El presidente del conjunto cadista recuerda cómo se fraguó el regreso de Mágico: “Empezamos el proyecto con una visita a El Salvador en la que nos acompañó LaLiga. Es parte de la leyenda, de la globalidad, del fútbol de la calle… de todo lo que significa el Cádiz. Hemos conseguido que viniera, era algo que él deseaba, que la afición quería… Lo disfrutamos entre todos”.
Cuando Cádiz se vuelve más Mágica
El regreso de Mágico quedará marcado en el calendario del cadismo, como también lo están las grandes tardes de celebraciones y las noches de infaustos recuerdos para una afición que, en lo mejor y en lo peor, en los largos recorridos por el desierto y en los mejores años de su historia, nunca ha dejado solo al Cádiz. Daniel Casines, socio de la entidad desde hace más de 30 años, habla con pasión de lo que es un pilar de casi todos los gaditanos.
“Qué voy a decir de la afición del Cádiz… Tengo amigos de miles de rincones de España y del planeta que son cadistas por lo que le ha transmitido el aficionado. Siempre está ahí apoyando, animando y transmitiendo”. Las palabras de Daniel rebosan sentimiento, fidelidad a unos colores y a un escudo que es santo y seña de la Tacita de Plata: “No se entendería esta ciudad sin el Cádiz CF, lo sigo con mucha pasión, forma parte de nuestro ADN. Es único. Como dicen, el que no quiere al Cádiz, no quiere a su madre”.
Y si único es durante el año, en febrero se vuelve aún más particular. Dicen que es el mes del amor. Y en Cádiz, cuando llama el amor, el corazón late al ritmo del tres por cuatro. Hay imágenes que valen más que mil palabras y el Carranza, durante el Carnaval, deja estampas que dan buena fe del arte y la pureza de la fiesta y del gaditano: “Lo mismo que la ciudad no se entiende sin el Cádiz, no se entiende sin el Carnaval. Es otro de nuestros pilares, es indispensable para el gaditano sentirlo. Eso, evidentemente, se traslada al estadio. Los días previos son una fiesta continua, con gente disfrazada, agrupaciones que se acercan… La magia del Carnaval es que prácticamente da igual hasta cuál haya sido el resultado. La gente viene a disfrutar. Hay felicidad, alegría, diversión… Es inexplicable”, afirma este aficionado, que anima a la gente a que vaya y disfrute del ambiente del Carranza.
Dos pasiones que van de la mano
La unión entre el Cádiz y el Carnaval viene de lejos. Un club centenario, una fiesta que se prolonga por los siglos de los siglos… Ya le cantaba Paco Alba, padre de la Comparsa, al equipo de sus amores en 1957 con Los Sarracenos. Y no han sido pocas las coplas en las que el conjunto amarillo ha estado presente. Desde la fina crítica hasta el más bello pasodoble, pasando —por ejemplo— por el reconocimiento a un gaditano más, nacido en Asturias, como es Oli.
Llega a todas las esferas del club. El propio Manuel Vizcaíno forma parte de una agrupación callejera, el coro de Luis Frade. José Mata tiene una larga trayectoria en coros y comparsas, incluso ha sido protagonista en letras de otras agrupaciones.También es habitual ver a los jugadores acercarse al Gran Teatro Falla durante el COAC, incluso hace varios años un grupo formado por la plantilla decidió sacar una agrupación. Así lo recuerda Juan José, histórico lateral derecho del Cádiz y de la selección española: “Ensayamos y fuimos a cantar al Teatro Lope de Vega, en Sevilla. Salió muy bien, muy curioso y todo perfecto. Fue algo emotivo. Antes, casi todos vivíamos aquí y comentábamos las agrupaciones. Teníamos a gente como Manolito, que cantaba en el autobús, Linares, Amarillo, Luque… que estábamos muy pegados al Carnaval”.
El caso de Juan José y su hermano Paco refleja las dos pasiones en una misma casa. Uno, mítico jugador del Cádiz; el otro, componente de la Chirigota del Love, que lleva más de treinta años sobre las tablas del Falla. “Hay veces que juega el Cádiz, estamos ensayando y, por suerte, tenemos una televisión. Cuando coincide ensayo y partido, el corazón se parte… Uno quiere estar en el campo, pero tiene que estar preparando el repertorio”, explica Paco. Precisamente, con su chirigota actuando en la primera función de preliminares de esta edición del COAC se produjo una de las anécdotas relacionadas con el equipo. En ese momento, el conjunto amarillo jugaba ante el RCD Mallorca y perdía por un gol a cero. “Va perdiendo”, decía uno de los componentes, mientras que desde las butacas del Teatro Falla los asistentes les cantaban el gol del empate. “Estábamos pendientes, estábamos en el escenario, pero teníamos confidentes a los lados para que nos fueran informando. Los amores compartidos...”, desvela el componente de la chirigota, dando buena prueba de cómo se vive el fútbol en el Carnaval. Y, al contrario, lo explica Juan José, que asegura cómo algunos futbolistas que han pasado por el Cádiz echan de menos disfrutar del ambiente de la fiesta popular de la ciudad.
Uno que rápidamente asumió los valores de la idiosincrasia gaditana fue Álvaro Cervera. El técnico del Cádiz también ha recibido letras por parte de agrupaciones, es un habitual por el teatro y, en especial, ha mostrado su predilección por Juan Carlos Aragón. Autor de chirigotas para el recuerdo y otras tantas comparsas que jamás se olvidarán, Aragón también habla de la satisfacción que supone ese interés del preparador cadista en la cultura gaditana: “Yo soy cadista hasta los huesos desde que nací y es muy agradable ese tipo de circunstancias y de predilecciones mutuas con una figura tan importante como es la del entrenador del Cádiz”. Y de un Cádiz que va bien, resalta Juan Carlos Aragón, que destaca cómo cuando el equipo marcha bien en la clasificación existe un plus de alegría y de orgullo en el gaditano.
Precisamente, una de esas grandes etapas es la que recuerda con nostalgia: “Yo viví los mejores años de la historia del Cádiz. Los que vivimos al mejor Cádiz, con medio equipo titular o más con gente de Cádiz capital y en la élite, permitiéndose el lujo de conseguir victorias ante los más grandes…”. El sueño no se pierde. Eso sí, con los pies en el suelo. Y uno de esos sueños es el del regreso a LaLiga Santander, logro al que ya le cantó Juan Carlos Aragón en 2006 con Los Parias. “Ese pasodoble surge el día después del ascenso. Por la mañana. Además, en el paseo marítimo, en un chiringuito en el que estuvo ondeando toda la primavera una bandera del Cádiz muy grande”. Curiosidades del destino, ese día, un viento de poniente daba más vida a esa bandera del Cádiz que ondeaba con la alegría del regreso a la máxima categoría del fútbol español.
Un pasodoble que ya es Himno Oficioso
Hay letras que no se olvidan. Cuplés que, aunque pasen los años, siguen sacando sonrisas; cuartetas de popurrí que por mucho que se escuchen siguen poniendo los vellos de punta; y pasodobles que se hacen inmortales. Si algo refleja la importancia del Cádiz en el Carnaval, y del Carnaval en el Cádiz, es el legendario ‘Me han dicho que el amarillo’.
Corría el año 1998 cuando La Familia Pepperoni se presentaba en el Gran Teatro Falla para entonar una letra que se ha ido haciendo grande con el paso de los años, que ya es himno oficioso del Cádiz, santo y seña del cadismo, y que reviste los interiores del estadio Ramón de Carranza. Si el pasodoble alcanza una grandeza inmensa, mayor es aún cuando se conoce la intrahistoria. “Me lo echaron para atrás. Además, tengo una anécdota. Lo canté en preselección para quitármelo y fue el pasodoble menos puntuado de todo el concurso. Lo tengo marcado. En la final me vino un punto y dije vamos a repetirlo. Y mira cómo salió…”. Son las palabras de Manolo Santander, autor de una copla conocida ya por toda España… y parte del mundo. Tanto es así, que una profesora la ha llevado hasta Taiwán para enseñar español a sus alumnos. “Me ha llamado para decirme que lo va a traducir a cinco o seis idiomas. Ni el Cervantes… En Cádiz lo usan mucho en el colegio porque es nuestra fiesta. El señor presidente me tendrá que regalar una medalla, aunque sea de plomo o de uralita, porque hay cadistas en casi todo el mundo con la tontería del pasodoble. Por lo menos, cinco o seis taiwaneses son del Cádiz”, comenta entre risas Manolo Santander.
La dimensión del ‘Me han dicho que el amarillo’ sigue creciendo. Ya no sólo se le canta al Cádiz, sino que han sido varias las agrupaciones que le han cantado al propio pasodoble y al autor.Y no se queda en el teatro. Cruza Puerta Tierra para instalarse en el Carranza y hacer que vibre el cadismo. “Las primeras veces que lo escuchaba en el estadio tenía un charco de lágrimas en mis pies, pero ahora lo tomo con mucha más naturalidad y asumo que la gente lo haya acogido como himno y me parece estupendo. Llega un momento en el que te crees que no es tuyo, que el pueblo se ha hecho dueño de él. Te da alegría y, si te coge el día tonto, lloras como una magdalena”, explica Manolo Santander.
Una manera única de entender el fútbol. Y la vida. Porque ahí siguen los cadistas, mostrando su amor por el amarillo, que es gloria bendita para ellos. Dando sus vidas y sus gargantas siguiendo al equipo donde haga falta. Y sí. Han conseguido el respeto de toda España por esos colores. Por eso, viva su Cádiz. Vivan los cadistas. Y vivan…