El Villarreal recibe al Zenit de San Petersburgo en la vuelta de los octavos de final de la Liga Europa con dos goles de ventaja y la moral recuperada al haber salido de la zona de descenso en la liga.
El equipo de Javi Calleja ha ganado sus dos últimos partidos, ambos a domicilio, pues se impuso al Zenit por 1-3 y a continuación ganó en Liga al Levante por 0-2.
Son los buenos resultados en la Liga Europa los que han generado la sensación de recuperación y de tranquilidad, que el equipo buscaba y no encontraba.
Por ello, desde el club se ve el partido de vuelta ante el equipo ruso como una oportunidad para reafirmar el buen momento y crecer como equipo y en lo anímico.
Aunque el Villarreal llega al partido con un muy buen resultado, el equipo no se fía de un rival que cuenta con buenos jugadores, sobre todo en la parcela ofensiva y por ello se lo toman sin tener en cuenta lo ocurrido en la ida, tal y como han asegurado el técnico los jugadores del equipo.
Aunque la idea es la de mantener la línea de rotaciones, algo habitual desde el inicio de la temporada, esta posibilidad se incrementa como consecuencia de la importancia del encuentro del fin de semana ante el Rayo Vallecano, un rival directo en las aspiraciones de permanencia del equipo.
En el capítulo de bajas destacar que siguen fuera del equipo los lesionados Bruno Soriano, Manu Trigueros, Daniele Bonera y Javi Fuego, a los que se suman las dudas de Pablo Fornals y Alfonso Pedraza, con molestias de última hora que pueden obligarles a descansar en este partido.
Por ello, el posible once del Villarreal estaría formado por Andrés Fernández en la portería, con una defensa integrada por con Mario Gaspar, Álvaro, Funes Mori, Víctor Ruiz y Jaume Costa.
En la medular podrían jugar Iborra, Manu Morlanes y Santi Cáseres o Pablo Fornals, a los que acompañarían en ataque Samu Chukwueze y Carlos Bacca.
El Zenit, por su parte, concede prioridad a la liga rusa en la que es líder indiscutible, pero viaja a Villarreal con toda la munición disponible para intentar dar la vuelta a una eliminatoria que tiene muy cuesta arriba.
En apenas dos partidos ha incrementado a cinco puntos su ventaja sobre su principal perseguidor, el Krasnodar, por lo que no le hace falta reservar fuerzas ante los españoles.
El equipo de la antigua capital zarista ya sabe lo que es remontar un resultado en contra, pues cayó en su visita al Fenerbahce por la mínima en la ida de los dieciseisavos de final y eliminó a los turcos en la vuelta con un 3-1.
Los rusos cuenta con un Azmoun en racha, ya que ha marcado cinco goles en tantos partidos desde que fichara en el mercado de invierno por el equipo patrocinado por Gazprom.
Le acompañará el gigantón Dzyuba, que empezó muy bien la temporada, aunque le ha costado recuperar la forma desde el receso invernal.
El único jugador de la delantera que descansó el fin de semana fue el argentino Driussi, uno de los ases en la manga del técnico del Zenit, Serguéi Semak, ya que puede jugar tanto en punta como en la banda.
Le sustituyó ante el Ufá su compatriota Emiliano Rigoni, que regresó al club tras varios meses cedido en el Atalanta y marcó un gran gol este fin de semana, cuando también volvió a su puesto natural en el centro del campo el internacional ruso Kuziáev, un jugador fundamental para el equipo ruso y que podría salir de inicio ante el Villarreal.
El resto del equipo será el mismo, con la excepción de que el veterano Zhirkov probablemente jugará de lateral izquierdo, una amenaza para la defensa del equipo valenciano, ya que es un jugador con muy buen toque.