Corrupción en LaLiga: ¿pueden los árbitros recibir regalos de los clubes?

¿Pueden los árbitros recibir regalos de los clubes? El escándalo del caso Negreira abre un mar de dudas sobre las relaciones del Comité Técnico de los Árbitros, los clubes, los propios colegiados etc.

Gil Manzano protagonista del último regalo

Javier Tebas, presidente de LaLiga, prohibió en el año 2017 que los clubes pudieran obsequiar a los árbitros, una práctica que era bastante habitual. El motivo de terminar con esta costumbre de nuestro fútbol fue un penalti polémico en el estadio de La Cerámica en un partido entre Villarreal y Real Madrid.

El penalti por una mano de Bruno Soriano significó la remontada del conjunto blanco pero el revuelo vino una vez que Gil Manzano pitara el final del encuentro. Al terminar el encuentro, cuando el árbitro y sus ayudantes salían del estadio, todo el cuerpo arbitral portaba unas bolsas con el escudo del Real Madrid que contenían merchandising de escaso valor, una práctica que realizaban la mayoría de los clubes con los árbitros pero que después de la polémica del partido desencadenó un gran debate en nuestro fútbol.

Para evitar más malentendidos de este estilo, Tebas decidió poner fin a donaciones, regalos y demás obsequios de los clubes hacía los árbitros, para evitar que una polémica de este calibre ocupara las portadas y tertulias del periodismo nacional.

Además, LaLiga insistió a los clubes a contratar una empresa externa que vigilaran y auditaran sus movimientos con las invitaciones y las donaciones sociales para evitar cumplir con los principios de integridad y con la Guía de Buenas Prácticas.

Libros, mazapán y muchos regalos más para los árbitros

Siempre han existido regalos a los árbitros, lo que ha derivado en muchas polémicas. En nuestro fútbol es muy famoso el caso de Emilio Carballo, mítico presidente del Toledo. Él siempre repartía al cuerpo arbitral antes de empezar el encuentro mazapanes propios de la zona. En un encuentro, no le gustó demasiado la actuación del colegiado por lo que bajó al vestuario a recriminarle al trencilla sus acciones en el terreno de juego y le pidió que le devolviera el presente. El árbitro devolvió los mazapanes y apuntó en el acta lo ocurrido. La Federación tomó cartas en el asunto.

Hasta el año 2017, era habitual obsequiar a los árbitros y no hacía falta un abrigo de visón para contentar al colegiado. El Eibar regalaba el libro de su 75 aniversario al cuerpo arbitral, el Leganés ofrecía pizza para comer después de los partidos, el Alavés bombones y, además, Málaga y Las Palmas ofrecían fotografías del encuentro a color como recuerdo.

La polémica de Gil Manzano acabó con una práctica habitual de nuestro fútbol que ocasionaba algún debate en nuestro país, aunque muy diferente es un trozo de pizza comparado con los 6,6 millones durante casi dos décadas que adjudicaron a la cuenta de José María Enríquez Negreira.