Desde que saltara el ‘caso Negreira’ el pasado mes de febrero, las noticias han ido acumulándose semana tras semanas, complicando poco a poco la postura del FC Barcelona. El último episodio, que acorrala todavía más a los azulgranas, es el texto acusación que ha presentado la Fiscalía. En él, se argumenta que el Barça organizó los pagos al que fuera vicepresidente de los árbitros, Jose María Enríquez Negreira, con el objetivo de que les favoreciera en los arbitrajes. Un extremo que, más allá de la sospecha, no se había pronunciado con esa rotundidad en ningún momento.
Hasta ahora, la explicación que habían dado tanto Negreira como el FC Barcelona sobre los pagos (cerca de 7 milllones de euros durante todos los años que duró la relación) había sido que se produjeron a cambio de informes sobre arbitraje. Si el dinero que recibía Negreira iba después destinado a manipular arbitrajes –algo aún por demostrar-, estaríamos ante el mayor escándalo en la historia del fútbol en España.
Así las cosas, Xavi Hernández está teniendo que lidiar con una situación incómoda. Primero, porque fue capitán y líder del Barça durante muchos de los años en los que el club mantuvo la relación con Negreira. Segundo, porque le está tocando vivir todo el escándalo como entrenador del equipo. El técnico ha evolucionado su discurso a medida que la sombra sobre el Barça se ha ido haciendo más oscura. Así, el de Terrasa ha pasado de bromear en febrero cuando le preguntaban por el caso a denunciar el clima de hostilidad que, a su juicio, vivió el equipo en San Mamés. Un comentario en referencia a los billetes lanzados por la grada con la cara de Laporta o los cánticos de “a segunda, oe, oe”.
La gravedad del caso parece crecer cada semana. Al escrito de la Fiscalía se han sumado en las últimas horas los comunicados del Real Madrid, primero, y del CSD, después, asegurando que se personarán en la causa contra el FC Barcelona. Un comunicado, el del equipo presidido por Florentino Pérez, que no ha gustado a Laporta. “Ahora ya están todos”, señalaba el máximo dirigente del Barça al respecto. Con todo el caso aún por ser admitido a trámite, todo apunta a que las próximas semanas van a ser de las á convulsas que recuerda la historia de la entidad azulgrana. Eso sí, con el equipo cumpliendo en la faceta deportiva, encaminado a lograr el título de LaLiga Santander con nueve puntos de ventaja sobre el Real Madrid a falta de 13 jornadas.