El Celta de Vigo protagonizó este sábado su mejor partido de la temporada. El equipo de Claudio Giráldez se repuso al tanto y dominio inicial de la UD Las Palmas gracias a un fútbol más vertical y eléctrico del que acostumbraba en las últimas jornadas. Balaídos volvió a disfrutar de los suyos y solo un inspirado Álvaro Valles evitó un marcador más amplio. Iago Aspas, un día más, volvió a ser el mejor futbolista celeste.
La primera mitad dejó tramos de partido muy diferenciados. Gracias al empuje de un Balaídos teñido de celeste, el equipo de Claudio Giráldez comenzó proponiendo mucho con balón. Tanto que en tan solo cinco minutos, Larsen ya dispuso de una gran oportunidad para adelantar a su equipo.
Los de García Pimienta no se amedrentaron y robaron el esférico al Celta. Y aunque todos querían elaborar mucho sus jugadas... el primer tanto del encuentro llegaría a balón parado. Juanma Herzog, la gran novedad pío pío en el once titular, inauguraba el luminoso con un cabezazo ante el que nada pudo hacer Vicente Guaita.
Llegaron las dudas al bando celeste. La UD crecía en el partido y a punto estuvo de ampliar la ventaja visitante un Sory Kaba al que Guaita negó el tanto a la salida de un córner.
Y del posible cero a dos... al rock and roll. El Celta de Giráldez se desmelenó y tan solo necesitó 132 segundos para dar la vuelta al marcador. Primero Iago Aspas, tras un buen centro de Carles Pérez, y a renglón seguido Williot Swedberg culminaba la remontada tras una gran asistencia del moañés. A contra estilo, el equipo celeste se iba con ventaja a vestuarios.
El Celta comenzó el segundo acto como finalizó el primero. En las botas de Óscar Mingueza y Fran Beltrán pudo cerrar el partido. En ambas ocasiones, el guardameta Álvaro Valles echó el cerrojo.
El portero amarillo sostenía a Las Palmas en Balaídos. Iago Aspas rozó su doblete con un remate mordido, aún más claro fue el mano a mano que desaprovechó Swedberg y Carles Pérez casi firma un gol de bandera tras un gran eslalon. Eran los minutos más ofensivos de la temporada celeste.
Claudio Giráldez le estaba ganando la partida a García Pimienta. Así lo sentía también un estadio de Balaídos que disfrutaba con el juego de su equipo. Y fue entonces cuando el técnico visitante comenzó a mover ficha desde el banquillo.
Aunque no surtió efecto. Iago Aspas, el mejor futbolista del partido, le sirvió el gol en bandeja a un Anastasios Douvikas que acaba de saltar al verde por Larsen y anotaba su quinto gol de la temporada. Balaídos, tras mucho tiempo, vivía con tranquilidad la recta final de un encuentro.
No llaman Mago de Moaña por casualidad. No contento con participar en tres goles, el genio del Celta de Vigo anotó el cuarto. Los mismos protagonistas del tercer tanto invirtieron sus papeles. Douvikas puso un gran baló para Aspas y éste no falló ante Valles.
Los minutos finales fueron un claro recital local. La falta de acierto celeste y las intervenciones del meta visitante impidieron que el marcador fuese más abultado. Un hecho que a buen seguro no importó a la infantería viguesa, la cual disfrutó en demasía este sábado de su equipo.