Milagro final en Gran Canaria. Cuando la afición de la UD Las Palmas ya se iba del estadio, cuando Diego Martínez se veía ya destituido, el cuadro amarillo ha logrado un empate heroico ante el Deportivo Alavés que lo deja todo casi igual en la zona caliente de la tabla. El equipo babazorro llegó 0-2 al tramo final, pero Fábio Silva lo empató de penalti en el 90' y Moleiro, ya en el 94', consiguió un empate que no deja satisfecho a nadie.
Empezó caliente y eléctrico el partido en Gran Canaria, con dos amarillas en los primeros minutos y un gol en la primera ocasión del encuentro. Lo anotó Toni Martínez, asistido por un Santiago Mouriño que había subido a rematar el córner anterior y con toda la zaga pidiendo un fuera de juego que, repetición mediante, acabó siendo inexistente. 7 minutos y 0-1.
Las Palmas reaccionó con dos ocasiones de Fábio Silva, lento en el área, y Álex Suárez, cuyo cabezazo acabó manso en las manos de Adrián. Fue un espejismo. De hecho, Toni Martínez volvió a marcar aprovechando otra segunda jugada, pero esta vez sí estaba en fuera de juego. A partir de ahí, ni una sola ocasión del cuadro canario en media hora. Dramático.
Movió el banquillo Diego Martínez tras el descanso y reaccionaron los suyos con dos ocasiones casi consecutivas en el inicio del segundo tiempo. Adrián sacó una gran ocasión a Moleiro y, en el córner siguiente, el portero sacó la pelota casi bajo palos.
Pero una vez más, la reacción quedó anulada en cuestión de minutos. Toni Martínez estrelló un balón en el lateral de la red antes de marcharse al banquillo. Entraron Villalibre y Guridi, que fabricaron el 0-2 cuando apenas llevaban un par de minutos sobre el terreno de juego: asistencia del delantero, definición perfecta del centrocampista. El propio Villalibre pudo hacer el tercero poco después en un errado mano a mano.
Tuvo dos buenas ocasiones McBurnie para meterse en el partido, pero primero estrelló su mano a mano en la cara de un Adrián que poco después le regaló un balón impensable al delantero cuando acudía a la presión. Robó la pelota y recortó al meta, pero su disparo lo sacó la zaga visitante bajo palos.
Ya se marchaba la afición local del estadio cuando sucedió el milagro. Una mano de Garcés en el área, un penalti que transformó Fábio Silva en el 90', Las Palmas volcada por completo en ataque y un gol de Moleiro en el 94' en un final de locura.