El delantero del Real Oviedo Miguel Pérez 'Michu' ha restado importancia a la polémica creada sobre las decisiones arbitrales que han afectado al conjunto azul en las últimas dos jornadas, ya que cree que en 42 jornadas "se acaban compensando los errores"."Tenemos que estar por encima de esas decisiones y no hablar de los árbitros, soy consciente de que nos están perjudicando, pero eso se compensa", ha dicho.
A su juicio, lo ocurrido en Tenerife fue "escandaloso", porque "no se equivocó en algo que sucedió sino que pitó algo que no ocurrió", y ha agregado que ante el Lugo el árbitro "no señala fuera de juego hasta que no acaba en gol la jugada".
El futbolista, que salió en la segunda mitad, ha lamentado no encontrar en las imágenes de la jugada del empate que el colegiado anuló por fuera de juego en el resumen de La Liga, pero ha insistido en que el equipo "hizo un esfuerzo para traer algo positivo" y que "murió en área rival".
"Ver tanta gente azul en la grada hace que empieces como en casa, nos pusimos por delante y controlamos el partido, pero en esta categoría el balón parado es determinante y encajamos por un fallo de concentración nuestro. Nosotros dimos la cara hasta el final pero ellos tuvieron más ocasiones y le dieron la vuelta al marcador", ha analizado el jugador.
Michu ha alabado el desplazamiento masivo de aficionados oviedistas a la ciudad lucense, que vio pasearse por sus calles a 3.000 carbayones, y ha lamentado el resultado especialmente por ellos, por lo que espera devolverles el apoyo consiguiendo la octava victoria consecutiva en el Tartiere.
"Hay que disculparse por los resultados fuera, pero en casa estamos dando mucho y, gracias a ellos conseguimos victorias. No hay palabras para describir lo que vivimos ayer en Lugo, con la afición copando carreteras, es motivador no, lo siguiente", ha confesado el mediapunta.
El ovetense ha reconocido que si fuera cualquier otro equipo, como el Huesca, rival directo por el playoff, no querría ver al Real Oviedo en la promoción ya que, explica, con ese empuje detrás, los azules son "como un Barça o un Madrid en Champions" y jugarían siempre "como en casa".
"El vestuario sabe lo que hay detrás, por eso yo en un playoff estoy tranquilo. No solo porque el Tartiere se llenaría, sino porque fuera, si nos dejaran, también estaría lleno de los nuestros. Quedan ocho finales de diez, ganamos la primera y perdimos la segunda, por lo que la tercera hay que ganarla ante el Huesca, un rival directo y fue superior a nosotros en todo en la primera vuelta", ha concluido.
Los azules han vuelto al trabajo esta mañana en una semana atípica en la que no hay previsto ningún descanso para la plantilla carbayona, que recibe el viernes en el Carlos Tartiere al Huesca (20.00 horas) y no cerrará las puertas de El Requexón hasta el próximo jueves.