El entrenador de la UD Las Palmas, Paco Jémez, calificó de "importantísima" la victoria por 1-0 ante el Málaga, lograda en el minuto 90, y resaltó que comienzan a ver "luz" en la difícil tarea de la permanencia porque el empate no les valía.Hasta en tres ocasiones durante la rueda de prensa posterior al partido recordó que su equipo ya está "a tres puntos del Levante", y que empiezan a meter "presión" a sus rivales por la salvación, después de haber dado caza también en puntuación al Deportivo de La Coruña, ambos con 17 unidades.
"Un empate hoy era casi igual que perder, no nos valía de mucho a ninguno de los dos, hemos cogido al Deportivo, ya estamos a tres puntos del Levante y cada vez más cerca de salir de abajo, sabiendo que falta mucho, pero estamos en el camino correcto", resumió en sala de prensa.
Para Jémez, su equipo tuvo "el control del partido" pero le faltó "más calidad en el tramo final" para resolver las jugadas.
El técnico reconoció que marcaron el gol con un tiro "poco ortodoxo" de Halilovic, en la ocasión "menos esperada por la calidad del remate". Sin embargo, aclaró que encontraron ese gol porque lo estaban "buscando" en el minuto 90 y no solo como producto de la suerte.
Preguntado por los estrenos del uruguayo Aguirregaray y del nigeriano Etebo, Jemez dijo que ambos ofrecieron un "nivel espectacular" y dieron al equipo "un plus", pero también resaltó la "mejoría brutal" en el aspecto defensivo, entre otras muchas "conclusiones positivas" que le deja el partido.
Por otra parte, el técnico del equipo isleño admitió que no se había dado cuenta de que en el once inicial solo había un futbolista canario, el capitán Jonathan Viera, y dijo que buscará "las mejores combinaciones" a la hora de hacer las alineaciones, sin fijarse en la procedencia de los jugadores.
Por último, cree que el próximo viernes, en San Mamés ante el Athletic, de nuevo saldrán "a ganar" porque están compitiendo en una "situación extrema", aunque a solo tres puntos del Levante, como repitió varias veces ante la periodistas para multiplicar la presión a los rivales.