La salida de Jonathan Viera de Las Palmas aún no ha filmado su último capítulo. El jugador, tras aceptar la oferta llegada desde China, habría encontrado un nuevo impedimento en su marcha: Miguel Ángel Ramírez, su presidente, habría puesto una última condición para aceptar la oferta. El máximo mandatario canario, especialista en operaciones e historias rocambolescas, tendría la última palabra.
Tal y como pudo saber ElDesmarque, las negociaciones estaban cerradas a expensas del habitual intercambio de documentos, sin embargo, tal y como sucedió hace algunos años con el pase de Roque Mesa al Sevilla FC, el presidente amarillo habría 'parado el fax' a última hora para dar un nuevo giro a la operación.
Según ha podido saber este medio, la última petición de la UD sería la bajada del porcentaje de traspaso correspondiente tanto para el jugador como para su antiguo equipo, el Standard de Lieja. La importante cantidad que recibirían ambos extremos parece no contentar al presidente, que quiere recibir la gran porción del pastel de la venta.
Una de las posibles salidas para cerrar esta increíble venta sería que el Beijing Guoan acabase pagando la cláusula del jugador (30 millones) en vez de los casi 25 millones acordados inicialmente.
El futbolista, mientras tanto, sigue a la espera. Convocado para enfrentarse al Sevilla FC, Viera aseguró a su círculo más cercano que jugaría ante los de Montella y, a menos que su entrenador lo evite -el mismo que amenazó con marcharse en caso de cristalizar la operación del mediocentro-, así será este sábado (13.00 horas).
Un nuevo y sorprendente capítulo en las operaciones de entradas y salidas en Las Palmas. El capítulo final aún no está grabado.