Rodrigo GarcíaLas Palmas de Gran Canaria, 19 feb .- La UD Las Palmas ha traspasado al jugador internacional Jonathan Viera al Beijing Guoan de la Superliga china, en plena lucha por salvarse del descenso en LaLiga Santander, en una controvertida decisión que solo el tiempo dirá si ha resultado conveniente para los intereses del club.
No ha trascendido la cantidad que percibirá la entidad isleña por la venta, sujeta a una cláusula de confidencialidad, pero sí se sabe que es muy superior a los 12,5 millones de euros acordados con el Swansea galés el verano pasado por Roque Mesa, hasta entonces cifra récord en la historia de la entidad por una transacción.
La petición expresa de Viera para que se le abriera la puerta de salida, y cobrar así el contrato de su vida, ha sido uno de los motivos para que la Unión Deportiva accediera al traspaso, aunque asuma que va en perjuicio de los intereses deportivos de un club que, en cuanto a la gestión de esta temporada, ha sido "un desastre", como ha reconocido el propio presidente. La clasificación del equipo, tras casi dos tercios ligueros, no miente.
El único motivo para que Viera se haya decidido por la aventura asiática es el económico, el mismo por el que su amigo Víctor Machín 'Vitolo' abandonó a última hora el Sevilla para firmar por el Atlético de Madrid. Ley de vida, y también del fútbol.
En lo deportivo, para el heredero del mítico dorsal 21 de Juan Carlos Valerón será un paso atrás, pues Viera sale del foco de la considerada mejor liga del mundo para saltar a una competición menor, lo que puede cerrarle las puertas de la selección española y, con ello, la posibilidad de acudir a un Mundial de Rusia que está a la vuelta de la esquina.
Viera debutó con 'La Roja' en octubre pasado en Tel-Aviv ante Israel, cumpliendo así uno de los sueños por los que un jugador apuesta por hacerse profesional.
Por aquel entonces, la Unión Deportiva ya dejaba patente cuál sería su situación esta temporada, condenada a sufrir en la zona de descenso, en la que lleva instalada cuatro meses.
El único jugador capaz de atisbar la luz donde los demás ven oscuridad era el habilidoso canterano, quien ahora deja huérfano de talento al equipo entrenado por Paco Jémez.
Incluso el técnico ha dejado entrever que ese traspaso, ya consumado, sería motivo para abandonar el banquillo, y que si no lo hace es por los futbolistas que ha convencido para llegar en el mercado invernal en un intento desesperado por dar un giro a la delicada situación deportiva.
Con la marcha de Jonathan Viera no se puede asegurar que Las Palmas vaya a descender a Segunda, como tampoco podía garantizarse la permanencia del equipo si su jugador franquicia se quedaba en la plantilla.
En lo que sí coinciden todos los integrantes del vestuario -y Jémez el primero- es que con Viera sobre el césped, el objetivo de seguir en Primera parecía mucho más fácil.