José Anselmo MorenoValladolid, 6 mar .- En las cantinas del viejo oeste, o al menos en las películas sobre la época, había un cartel que decía: "Por favor, no disparen al pianista". Eso permitía que, en medio de las peleas, la música siguiera sonando y, extrapolándolo al fútbol, también en el caso del Real Valladolid y de su técnico sigue sonando la música aunque éste haya roto ese precepto sagrado del western.
En el viejo oeste, nadie se metía con el dueño del salón o con el referido pianista pero Luis César Sampedro, un entrenador "caracterizado" de pistolero, sí lo hizo contra el dueño del club y contra la propia entidad la semana pasada, durante una rueda de prensa "incendiaria" que hacía prever su destitución.
La sensación era que Luis César, al saber que le habían buscado sustituto, quería que la música dejara de sonar y por eso disparó contra el hombre que "aporrea" el piano en el Real Valladolid y, sin embargo, después de aquello se jugó un partido notable ante uno de los mejores equipos de la categoría (el Rayo), aunque eso no parecía alcanzar para evitar el despido fulminante del técnico.
Fue precisamente "el pianista", el presidente del club, Carlos Suárez, quien tras ese partido rehusó confirmar si el técnico dirigiría al equipo en Alcorcón y emplazó a los periodistas al lunes, pero no se han tomado decisiones al respecto. Obviamente, en este caso el tiempo juega a favor del "pistolero" Luis César.
Sea como fuere, y como hoy no ha habido dictámen alguno respecto a su destitución, el entrenador de Villagarcía de Arousa seguirá dirigiendo al equipo mañana y, si comanda esa sesión de trabajo, ya no hay tiempo material para que surjan novedades en el banquillo de aquí al sábado, por una cuestión de intendencia y de sentido común.
Aunque el club sigue guardando silencio, es evidente que de no haber sido destituido esta tarde ya no lo será mañana, día en que se reanudan los entrenamientos a primera hora. Así pues, el técnico del Real Valladolid ha salvado, por el momento, esta "bola decisiva" y hay veces que se ganan partidos tras un match ball en contra.
Y todo esto, después de parecer inminente su salida tras concluir con empate el referido partido ante el Rayo (1-1), que "abrochó" una semana convulsa en la que Luis César no fue ratificado en su puesto. Al contrario, las declaraciones de Suárez alimentaron las dudas.
"A partir de mañana (por el lunes) ya hablaremos", manifestó el presidente ante los periodistas en la noche del domingo, desafiante y visiblemente enfadado por las declaraciones de Luis César al desvelar, el pasado viernes, que el club ofreció renovar al técnico hasta 2020 en octubre y noviembre del pasado ejercicio.
"De haber firmado entonces nadie hubiera planteado ahora que siguiera o no", precisó el entrenador ese día al tiempo que reclamaba al club "más unión y más estabilidad".
En este contexto, Luis César también afirmó: "Después de ofrecerme renovar hasta 2020 me enteré de que tenía un ultimátum y casi no les sirvo ni para acabar el año 2017".
Suárez aseguró sobre estas declaraciones del técnico: "Esa rueda de prensa no venía a cuento, ni se dice toda la verdad, ya le hemos dado nuestra opinión sobre el asunto, creo que se equivocó".
Así las cosas, una vez que el pianista no se ha movido de su taburete y el pistolero ha calmado su furia la música sigue sonando en el Real Valladolid y "la cantina" parece volver a la normalidad. Un mal resultado en Alcorcón, provocaría un nuevo alboroto y hasta puede que tenga que intervenir "el sherif". Eso ya será el sábado.