El centrocampista Rubén García se une a las dudas que el entrenador del Real Sporting de Gijón, Rubén Baraja, tiene para el partido del próximo domingo en Valladolid, donde no estarán el uruguayo Michael Santos, por lesión, y Guitián, por una cláusula que impide que juegue este encuentro, ya que está cedido por el club pucelano.Rubén García se unió a Jony en su trabajo con el recuperador y, aunque ninguno de los dos está descartado, las molestias que arrastran hace que Baraja estudie otras alternativas para prolongar su racha consecutiva de victorias a pesar de que visita un campo complicado como es el del Valladolid.
En la sesión de este jueves, el técnico sportinguista situó a Isma López en el extremo izquierdo en lugar de Jony y a Pablo Pérez como media punta en la posición que habitualmente ocupa Rubén García, si bien Pablo Pérez podría alternar esta posición con Carmona a lo largo del encuentro en el caso de ser el elegido.
En Valladolid, Rubén Baraja volverá a contar con la teórica defensa titular de la temporada - Calavera, Álex Pérez, Federico Barba y Canella- tras varias jornadas en las que alguno de ellos no pudo jugar por diversas circunstancias .
También volverá al centro del campo Sergio Álvarez una vez cumplido el partido de sanción por acumulación de tarjetas.
El entrenador del Sporting efectuó este jueves varios ejercicios en los que dejó ver una posible alineación para Valladolid en la que Álex Pérez entraría por Guitián, Sergio Álvarez por Hernán Santana, Isma López por Jony y Pablo Pérez por Rubén García, si bien estos dos últimos cambios están pendientes de la evolución de los tocados.
El máximo goleador rojiblanco, Michael Santos, está "trabajando intensamente" para poder ponerse a disposición del entrenador para este encuentro, pero el cuerpo técnico no quiere precipitarse y lo más probable es que le dé una semana más de recuperación de la microrrotura fibrilar que sufrió en Almería para que pueda reaparecer la próxima semana en Cádiz.
La buena marcha del Sporting, el horario del partido y la cercanía entre Gijón y Valladolid van a propiciar un masivo desplazamiento de aficionados, alrededor de 4.000, según las estimaciones de las asociaciones de peñas.
La Liga de Fútbol Profesional ha declarado el encuentro como de alto riesgo en especial por las malas relaciones que tienen los seguidores radicales de estos dos clubes.