El entrenador del Real Oviedo, Juan Antonio Anquela, insistió hoy en su "lucha" particular en la previa a recibir al Nástic en el Carlos Tartiere, pelea en la que el jienense destacó de nuevo la "dificultad" de la categoría y recordó que su equipo no ha ganado con "claridad" a nadie pero que si es "compacto" puede ganar a cualquier rival."No hemos ganado ningún partido fácil, y no vamos a ganar ninguno así en lo que queda de temporada. Ojalá, pero no va a ser así porque no somos superiores a nadie. El que se quiera engañar que se engañe. Si somos un equipo constante y no falla nadie en el engranaje podemos competirle a cualquiera pero no va a ser fácil", comentó el técnico.
Para el jienense, es "clave" el apoyo del Carlos Tartiere, donde afronta ahora dos partidos consecutivos como local, pero no huye de la responsabilidad del equipo a la hora de "enchufar" a la afición para que esta sea el jugador 'número doce' del conjunto carbayón.
"La grada nos apoya desde el primer hasta el último minuto, yo quiero una comunión perfecta entre equipo y aficionado, pero ahí hay dos partes y la principal somos nosotros, que debemos enganchar al oviedismo. Vivimos de nuestra gente", sentenció el entrenador azul.
Respecto al rival, el propio Anquela destacó el potencial ofensivo de un equipo con delanteros suplentes que "jugarían perfectamente" en otros equipos de Segunda, y advirtió que el conjunto catalán va a conceder "pocas opciones" a los oviedistas para llevarse los tres puntos.
"El Nástic es un equipo muy sólido y compensado, con muy buenos argumentos. Es el equipo que más puntos hace fuera de casa y eso no es suerte, es que son un equipo muy serio y que rinde a un nivel excepcional", analizó el técnico.
Anquela quiere ver a los suyos dando el "nivel" que dieron en la victoria ante el CD Lugo, y manifestó su deseo de "tener un poco más la pelota" y "hacer más cosas en ataque", receta a la que tendrá que acompañar la "paciencia" si quieren derrotar al mejor equipo de la categoría a domicilio.
"Tenemos que saber que queremos en cada momento y no descomponernos. Mi única pelea aquí es que sepamos que vamos a sufrir hasta el final, porque hacemos pensar a la gente que con el nombre vamos a ganar algún partido y eso es imposible: el día que no estás bien te pintan la cara", concluyó el entrenador carbayón.