El partido entre el Sporting de Gijón y el Real Zaragoza en El Molinón tuvo emoción de principio a fin. Antes del inicio, ambas aficiones dieron un auténtico espectáculo a la llegada de los equipos en autobús. Igual sucedió dentro del estadio. Luego, el fútbol fue vistoso, las ocasiones se sucedieron y, como no podía ser de otra forma, la polémica también estuvo servida. En este caso, por dos acciones que perjudicaron al Zaragoza en la primera parte.
En la primera intervino Iván Azón. El delantero blanquillo se revolvió ante varios rivales en el área y recibió un agarrón por parte de Róber Pier que él mismo protestó pero que quedó en nada. La repetición muestra como el agarrón existe, pero ni el colegiado ni desde el VAR interpretan que fuera suficiente para señalar la pena máxima.
Apenas cinco minutos después llegó la siguiente jugada dudosa. En esta ocasión, un centro de Valera tocó en el brazo de Pablo García dentro del área. Desde la grada blanquilla pidieron penalti, pero la acción también quedó en nada.
Dos jugadas que llegaron justo antes del golazo de Maikel Mesa al borde del descanso, que sirvió para adelantar al Zaragoza después de dos jugadas que perjudicaron a los de Fran Escribá.