El Málaga Femenino se enganchó a la Liga Iberdrola. Vital victoria frente al Fundación Albacete, que coloca a las blanquiazul con plenas opciones de quedarse en la élite. "Después de tantos meses, hacía falta, nos daba vida", explicaba Antonio Contreras, que hacía las cuentas de la salvación: "Dependemos de nosotros, aunque estemos un punto por debajo. Tenemos ganado el ‘golaverage’ con el Logroño, con el Madrid lo tenemos perdido, se lo hemos ganado al Albacete… Yo creo que la salvación pasa por casa. Le sigo pidiendo a la afición dos partidos más, pero si esta es la actitud del equipo y de la afición, en casa pasa la salvación. Ojalá pase antes. Si el Málaga se tiene que salvar en el Mini Estadi o en Lezama pues soñar es gratis".
El técnico extremeño repasaba el encuentro, de muchas alternativas. "Pagamos muy caros los pequeños errores. Yo quiero morir con chicas que van de verdad, creo que somos el equipo más joven y yo me siento muy orgulloso. Hay veces que se falla a la hora de fichar, pero yo creo que estamos vivas en Primera con niñas de Málaga y con la base de la Segunda División", aseguraba el entrenador malaguista.
Contreras se rendía al papel de la afición, en el mejor ambiente de la temporada pese a las lluvias. "Lo de la afición es una auténtica pasada. Puedo presumir de mis futbolistas, que lo hago, pero lloviendo o no lloviendo, ahí están. Se lo he dicho al equipo, olvidaros de Primera y de Segunda, hay que hacerlo por ellos. Esto está por encima del fútbol. Siempre hemos estado cerca de Primera gracias a la afición", terminaba.
Marta Cazalla fue una de las goleadoras, precisamente la que abrió el marcador. "Muy contenta por marcar aquí en el Málaga. Cada una venimos a aportar y yo me voy muy contenta a casa, especialmente por el equipo", comentaba la de Pinto, que desprendía optimismo en sus palabras: "Quedan cuatro finales ahora y creo que tenemos que luchar hasta el final porque podemos conseguirlo si seguimos con este trabajo. Lo vamos a sacar".
La central tenía claro que la oportunidad no podía escaparse. "Era un partido muy importante que necesitábamos ganar sí o sí. Que fuera la última final hizo que el equipo fuera a más y así se vio en el campo. Sabíamos que iba a ser complicado, pero es un día para sonreír", explicaba Cazalla, que piropeaba a la grada: "No nos podemos quejar de la afición porque está a muerte con nosotras llueva, haga sol y fue el jugador número 12 y el que nos dio la victoria".