Siete goles. Así se puede resumir un partido que reflejó lo que es el Valencia CF Femenino ahora mismo. Un polvorín. Un equipo que se despide de la Copa para empezar a mirarle al descenso y escapar de él.
Riazor. Un estadio mágico para una noche donde se olvidan los puntos y se abre un periodo de noventa minutos para ver fútbol en estado puro. Y eso pasó, aunque no como hubiera gustado para los intereses ches. Solo estaba el partido en el minuto 4 y Peke había recogido un balón en profundidad marchándose de Mandy y centrando para una Athenea del Castillo que disparó directa a la red.
El Depor daba el primer golpe al marcador, aunque no sería el único. Las jugadoras locales buscaban otra oportunidad para agrandar más el marcador y Peke iba a encontrarla. Un balón entre líneas que aprovechaba para dejar de lado a toda la defensa y que con un disparo al palo largo batía a María Pí.
Pausa. Había que mirarse, mirar el marcador y saber que este partido tenía un premio en juego mayor al de cada fin de semana. Fue poner el balón en juego y con una contra rápida dieron una respuesta muy efectiva. Viola recuperaba el balón y buscaba con un centro a Mari Paz Vilas. La gallega se la pasaba a Carol con un cabezazo y la catalana hacía lo propio con su pierna derecha para que Paula Guerrero marcara libre de marca. Recortaba distancias el Valencia.
El Valencia apretaba y encontró sus ocasiones para volver a empatar el partido. Fruto de ello Mandy se encontraba con una falta muy peligrosa en el borde derecho del área. Pese a que tenía muy poco ángulo, la internacional holandesa casi sorprende a Sullastres que tuvo que despejar de puños al córner.
Cuando mejor estaban, vino otro mazazo. Rábano realizaba un pase en profundidad para Athenea del Castillo que se marchó de su par y le dispensó un pase en el área pequeña a Peke que solo tuvo que marcar. Anotaba el tercero el conjunto gallego. Un gol más y un resultado de 3-1 con el que se fueron al descanso.
Iniciada la segunda parte, el Valencia CF Femenino iba a responder con rapidez al gol del Depor. Otra vez daba inicio la jugada en las botas de Viola Calligaris que se marchaba por la banda derecha como una moto y centraba para el cabezazo al fondo de la red de Mari Paz Vilas. La gallega marcaba en Riazor.
La alegría no duró mucho tiempo en este partido con muchos goles y a partir de este momento la dupla entre Athenea y Peke iba a ser una lluvia constante de balones. En una carrera en velocidad y en una contra letal, Athenea asistía por partida doble a Peke que veía como se materializaba su poker particular.
Estos dos goles iban a provocar que la sangría siguiera creciendo hasta llegar a la friolera de un 7-2 en el marcador. Sendos goles de Teresa Abelleira y María Méndez dejaban muy tocadas a las ches. Un estado de ánimo que contrastaba mucho con el ambiente que estaba viviéndose en Riazor. Un equipo recién ascendido, debutante en Primera Iberdrola, acababa de golear a un veterano de la categoría. Mañana nuevo entrenador: mucho trabajo y con el descenso llamando a la puerta.