La Liga F ha anunciado este miércoles que "la irresponsabilidad y falta de talante y altura de miras de los sindicatos abocan a clubes y las jugadoras a una huelga" y que por evitarla "no cederá a la presión ni aceptará propuestas que supongan el colapso económico de la competición, y, por tanto, el fracaso del fútbol profesional femenino".
Según indica la Liga F, la nueva reunión en el marco de la negociación del Convenio Colectivo "ha puesto de manifiesto, de manera clara, la absoluta falta de voluntad de los sindicatos para alcanzar un acuerdo que permitiera desbloquear la huelga".
La Liga F señala en una nota que el martes, "en su firme convicción de proponer un escenario de paz y estabilidad que contribuyera a impulsar el proyecto, hizo un enorme esfuerzo por mejorar no sólo el salario mínimo, sino que además ofreció numerosas medidas en materia de maternidad, conciliación de la vida personal, familiar y laboral, y otros beneficios para las futbolistas relacionados con su formación y desarrollo profesional".
Asimismo recuerda que "propuso una oferta donde se eliminaba la parcialidad existente, se pasaría a un salario mínimo de 18.000 euros que se incrementaría hasta llegar a 25.000 en tres temporadas, ayudas para el cuidado de los hijos/as de las futbolistas durante sus entrenamientos, espacios específicos para lactancia o fondos de ayuda económica para cursar estudios, entre otros".
Según la Liga F, "la respuesta de la parte sindical fue tajante, mostrando un absoluto inmovilismo en sus planteamientos económicos (25.000 euros para la presente temporada y 30.000 euros para la siguiente), sin mostrarse dispuestos a negociar sus exigencias salariales, además de no valorar los beneficios de conciliación familiar y formación ofrecidos".
"A pesar de dicha incomprensible actitud, Liga F, en respuesta a la petición de los propios sindicatos, ha dado un nuevo paso para conseguir un acuerdo y ha presentado en el día de hoy una nueva alternativa de acuerdo para una única temporada con un salario mínimo de 20.000 euros (esto es, un incremento del 25 % con respecto al vigente salario mínimo) con la posibilidad de poder alcanzar los 23.000 euros en base a los beneficios comerciales que generara la competición y manteniendo, por supuesto, la supresión de la parcialidad, así como todas las mejoras en materia de conciliación, maternidad, lactancia y beneficios formativos".
Sin embargo, la Liga F asegura que "la respuesta sindical en el día de hoy ha sido, nuevamente, negativa" y que "la irresponsabilidad y falta de talante y altura de miras de los sindicatos abocan a clubes y las jugadoras a una huelga que perjudica de manera muy grave la imagen el fútbol femenino español en un momento en el que todos los actores deberían haber entendido el evidente potencial de crecimiento del que todas las partes podrían haberse beneficiado en el caso de haber prevalecido el interés común del proyecto por encima de intereses personales".
Y concluye afirmando que "esta Liga Profesional, por evitar una huelga, no cederá a la presión ni aceptará propuestas que supongan el colapso económico de la competición, y, por tanto, el fracaso del fútbol profesional femenino".