Neymar, jugador del Paris Saint-Germain, debía volver a Francia el 11 de mayo para reincorporarse a la disciplina parisina. Sin embargo, después de que anunciara el primer ministro francés Edouard Philippe que las competiciones en el país galo quedan suspendidas a causa del coronavirus, el futuro de Neymar parece incierto.
El brasileño se encuentra confinado en Brasil junto a su familia y sus amigos. Tenían una hoja de ruta para su jugador, pero ven sus planes trastocados tras el anuncio de este martes por parte del Gobierno francés. Nada más acabar el confinamiento, ambos debían reunirse para abarcar la renovación del extremo, cuya firma no pretende plasmar el internacional por Brasil.
Las pretensiones del jugador pasan por llegar a un acuerdo con el club parisino para cambiar de destino, según apuntan fuentes del diario Sport pero, después de la finalización anticipada de la Ligue 1, ambas partes deberán esperar para dialogar.
Cuando el Paris Saint-Germain fichó a Neymar en el verano de 2017, nada le hacía presagiar que el fichaje le saldría mucho más caro de los 222 millones de euros que abonó al FC Barcelona. El brasileño tan sólo ha jugado 80 partidos de los 155 disputados por el líder de la liga francesa, lo que supone un 51% de los encuentros.
Según apunta el diario Marca, el club le paga a Neymar 37 millones de euros netos por temporada y cada partido disputado por el brasileño, le ha costado al equipo 1.400.000 euros.
Todo ello sin contar que en las dos últimas temporadas que el PSG ha disputado los octavos de Champions, su jugador no ha podido entrar en la convocatoria por una fractura el quinto metatarsiano del pie derecho, que le hizo estar fuera de los terrenos de juego durante al menos 100 días en la temporada 2017-2018.